Los compradores regresaron en masa y las marcas reanudaron las presentaciones físicas, mientras multitudes de personas volvían a los desfiles. De cuyos eventos la Argentina toma y diseña sus propios prototipos, que una vez que veas lo de afuera, te darás cuenta que nuestra colección está inspirada en esto. La temporada se centra en prendas bellas, de calidad, casi de alta costura. Sólo algunos destellos de rojo o amarillo iluminan un vestuario monocromático con tonos neutros, especialmente el gris. Las colecciones de prêt-à-porter femenino para el otoño-invierno destacan a una mujer resistente y poderosa que toma prestado prendas del armario masculino. Es una elegancia sofisticada y sobria, pero lujosa. Una femme fatale que juega libremente con su feminidad, que ha guardado sus jogging suits y sus chaquetas de plumón.


El traje

Para este invierno se confirma la vuelta a una silueta chic, depurada y refinada, recuperando los grandes clásicos del armario femenino, empezando por el traje de falda, símbolo por excelencia de la working girl. Presente en todas las pasarelas, vuelve con fuerza junto al traje pantalón, también muy de moda desde hace varias temporadas. Cortado en tejidos masculinos tradicionales o en materiales inesperados, como el punto, se propone en sexy mini o con la falda a media pierna, la chaqueta de hombros anchos, acortada o en forma de reloj de arena, para darle un toque retro.



La falda New Look

Vestir bien, como si fuera el único placer que nos quedara, se está convirtiendo en el antídoto contra el ambiente sombrío que nos rodea. En este contexto, los diseñadores de moda proponen una nueva formalidad, en la que la falda vuelve con fuerza. Se trabaja en construcciones innovadoras de drapeados, cortes al bies, etc. Junto a la omnipresente falda lápiz de largo medio y recto, varios diseñadores reintrodujeron la falda corola acampanada, realzando una cintura de avispa al más puro estilo New Look.


El bustier

El cuerpo se desnuda, empezando por la espalda y los hombros, pero siempre con elegancia. Atrás queda el corsé con sus connotaciones eróticas. Esta temporada ha sido sustituido por el bustier. Práctico, puede ajustarse sobre una camisa o una chaqueta para afinar la cintura, o llevarse tal cual, realzando el pecho y adaptándose a todas las morfologías. Los diseñadores hacen su agosto con él, utilizándolo en los armarios de diario, incluidas gabardinas y abrigos.



¿Puntos o tachuelas?

Este motivo retro, preferentemente en su versión clásica de lunares blancos sobre fondo negro que tanto recuerda a los años 50, vuelve a estar de actualidad tras el revival neoburgués. Pero los diseñadores innovan, jugando con efectos óptico-geométricos, como Marni o Benetton, o sustituyendo el estampado por un accesorio metálico que aporte un toque algo más rockero (tachuelas, ojales o incluso bolas doradas), como se ha visto en Balmain, Off/White, Lanvin o A.W.A.K.E. Mode, entre otros.


Me quito lo de abajo

Chic en cualquier circunstancia, la mujer del invierno 2023/24 sigue firmemente anclada en su tiempo. Puede salir medio desnuda con la mayor naturalidad, casi sin que se note. Se acabaron las faldas y los pantalones. Unas mallas, opacas a ser posible, y unas buenas bragas bastarán, combinadas con una bonita chaqueta, preferiblemente de tres cuartos, o incluso simplemente un suéter un poco grande. Esta tendencia "sin pantalones', iniciada por algunas famosas, se está abriendo paso de forma notable en las colecciones de invierno.

Las bragas, es una palabra que se utiliza mucho en España. Es una prenda interior femenina a partir del siglo XVIII es un complemento que cubre desde la cintura hasta el arranque de las piernas, que a lo largo del tiempo ha variado su forma y diseño en virtud de la moda.



Ropa interior que se ve

En la misma línea desinhibida, la mujer no duda en mostrar su ropa interior. Pero cuidado, no se trata de jugar a la muñeca sexy. Todo es cuestión de actitud. Nada será más cool el próximo invierno que dejar que la enagua o las medias sobresalgan de la falda, deslizadas a la vista sobre un suéter de punto o una chaqueta. El sujetador se muestra bajo un modelo escotado o en un vestido asimétrico de brazos descubiertos. Por no hablar de las sabias bragas blancas que aparecen bajo conjuntos transparentes. Pero lo mejor son los calzoncillos blancos de caballero, que se suben bajo una falda chic, siguiendo la tendencia de la caída que lleva años en boga entre los hombres; donde los pantalones de cintura baja muestran sistemáticamente la ropa interior.


El sujetador diminuto

Otra tendencia fuerte es la de dejar el pecho al descubierto. Muchos desfiles de moda causaron sensación con al menos un look muy marcado, en el que los pechos apenas quedaban ocultos por diminutos sujetadores. Un par de tirantes en Sportmax, un cinturón en Heliot Emil, dos cucharas plateadas en la marca sueca Hodakova, una pluma en Ann Demeulemeester, un micro-bikini metálico con el logo de una joya en Gucci, una flor cubrepezones en David Koma y Nensi Dojaka o un parche pirata para el ojo en Vaquera. La tendencia descamisada está en alza, con mujeres que se enfundan chaquetas y trajes sin nada más.


Recortado

Los diseñadores para esta temporada han recortado todo al máximo. Las piezas de arriba se acortan sistemáticamente. Desde chaquetas cortadas por debajo del pecho, que adoptan la forma de boleros, hasta pieles transformadas en hombreras, pasando por sudaderas y otros suéteres que parecen crop tops dejando al descubierto el ombligo. Todo vale, incluidas las chaquetas de plumas y los blusones.


El chaleco del hombre

Con el regreso de las piezas sastre confeccionadas con tejidos masculinos, con especial atención a los abrigos largos y las chaquetas cuadradas, las mujeres se apoderan en gran medida de los códigos masculinos, incluso a través de un registro militar que revive el uniforme. Pero, una vez más, los diseñadores desviaron y reinterpretaron estos códigos. Así, el chaleco del traje de tres piezas actúa como una nueva camiseta de tirantes, mucho más chic que un simple punto de algodón. Se lleva pegado a la piel, sin camisa, bajo la chaqueta del traje, o combinado con un pantalón.



La corbata

Todavía en el registro masculino, este accesorio está haciendo una notable reaparición en los armarios femeninos. Valentino le ha dedicado toda su colección para el próximo invierno. Se impone la corbata negra, anudada sobre la clásica camisa blanca. Pero también se puede llevar de lunares, tono sobre tono o deshecha como un pañuelo.


Fuente: FashionNetwork