El escritor Robert Louis Stevenson dijo una vez que: "lo importante es moverse', y nada más cierto: da igual si vas lejos o cerca, por poco o mucho tiempo, porque lo esencial es que has decidido dar el paso e iniciar una aventura. Tener la inquietud de viajar solo o sola pero no saber por donde empezar es común. Alejarnos de nuestra zona de confort puede ser una de las cosas más difíciles que hay, pero también una de las más gratificantes en cuanto hayas decidido hacerlo. Todo lo que debes saber antes de emprender un viaje, para que te despojes de las dudas y te llenes de ánimo para iniciar la aventura. Quizá lo primero sea preguntarte, con mucha sinceridad, ¿qué quieres hacer?. No se trata de comenzar un viaje porque otros lo hacen, porque se ve cool, no. La verdad, pregúntate ¿a dónde quieres ir?, ¿por cuánto tiempo te sentirías cómoda/o?: ¿quince días? ¿un mes? ¿tres meses? ¿comprarías un boleto solo de ida? Una vez que tienes en claro estas respuestas, serán clave para que vayas conociendo tus propios límites y para trazar con líneas reales todas las expectativas que puedas tener. Viaja porque lo necesitas, no solo para decir que fuiste a tal o cuál lugar o para tomarte una foto bonita. Viaja porque estás buscando respuestas, porque en ese viaje sola quieres conocer más gente, aprender otras culturas, retarte a ti misma. 


Una vez que te sientas seguro qué quieres hacer, entonces vas a sentir esa emoción que nace de las entrañas, esa que te hace sentir que el viaje es real, que ya no es solo un sueño, que está ahí, que puedes hacerlo y será importante que no te sabotees, que lo creas, que lo hagas posible.


- Ahorrar
Es una de las cosas que tienes que hacer antes que nada. Si bien es cierto que se puede viajar con poco presupuesto, que hay muchas maneras de trabajar en el camino, la verdad es que también debes contar con algún tipo de ahorro para comenzar, así sea muy pequeña la cantidad, pero suficiente para avanzar, sobre todo si será tu primera vez viajando. Aunque suene mucho, viajar amplía la mente y una vez estés en la ruta, te darás cuenta que no necesitas grandes cosas, que lo importante está en todo lo que vas viendo y aprendiendo.


- Aléjate de los miedos ajenos
No va a faltar quien te diga que no puedes, que para qué vas a hacer ese viaje, o porqué te vas sola/lo. Eso siempre va a pasar y cada quien te dará su propia visión del mundo, pero está en ti dejar que tu cabeza se llene de dudas, o no. Será mejor despojarte de esos miedos que no son tuyos porque eres tú la que va a viajar, no los demás. Y sí, aunque hay que tomar previsiones básicas, quitarte ese peso de encima será clave para poder ver las cosas por ti misma y crearte una opinión de todo lo que te espera afuera.


- El mundo no es tan peligroso como te dicen
Sí, es cierto, pasan cosas a diario y no podemos tapar la realidad con un dedo. Nos puede pasar en la esquina de la casa o a kilómetros de distancia. El hecho de movernos no implica que nos tiene que pasar algo y eso es importante tenerlo claro. Además, afuera nos encontraremos a gente que siempre estará dispuesta a tender un mano, a guiarnos en el mapa y uno aprende a confiar, a dejarse llevar por el instinto que es tan necesario en la travesía y, por lo tanto, a ser flexible. Entonces, te darás cuenta que el mundo no es tan terrible, que hay un montón de experiencias aguardando allí y que será bueno ir a vivirlas.


- Puedes explorar varias opciones de hospedaje
También tienes que preguntarte qué tipo de travesía quieres tener. ¿Estás dispuesta a compartir habitación, hacer voluntariados, dormir en hostel o prefieres la privacidad de una habitación de hotel? Todas las opciones están sobre la mesa y es bueno que sepas como funcionan. Cuando te ven viajando sola/lo, la gente suele ser mucho más empática a ayudarte y no porque crean que lo necesitas o eres débil, no, solamente lo hacen porque les parece maravilloso que estés haciendo esa aventura.


- Puedes ganar dinero mientras viajas
Y esto es muy bueno que lo sepas, sobre todo, si lo que tienes en mente es hacer un viaje largo. Puedes generar ingresos en el camino según tu creatividad y habilidades lo permitan y, al mismo tiempo, ir conociendo lugares. Hay muchos sitios en los que puedes hacer voluntariado y trabajar, todo dependerá de tus inquietudes para mantenerte en la ruta.


- Hay que ser paciente
Y esto también tiene que ver con la flexibilidad. No siempre ocurre pero debes estar preparado para cuando a veces las cosas se tuercen un poco: pierdes el avión, te equivocaste de andén, llegaste tarde a la estación de buses, llovió, etc. Y solo si tienes una buena actitud, podrás disfrutar del viaje, conseguir segundas soluciones y hacer que todo gire a tu favor. Esa paciencia se fortalece con cada viaje y se aprende a confiar en las decisiones propias y en la capacidad de improvisación que es tan necesaria en la ruta.


- El idioma no te limita
¿Hablas solo español y no te atreves a hacer ese viaje soñado a Tailandia? Vamos, puede ser Londres, Río de Janeiro, El Cairo o cualquier otro lugar donde hablen un idioma que tú no sabes. Pues, aunque el inglés abre muchas puertas y lo hablan en casi todo el mundo y estaría bien que lo aprendieras, no te puedes quedar en casa solo por creer que no te van a entender. Con simplemente usar Google Maps estarás ubicada y con un traductor básico, podrás solventar varias barreras. Pero lo mejor será ese entendimiento tácito entre el viajero y el local que surge a través de señas, sonrisas, dibujos, lo que sea. De hecho, comunicarse de otras maneras hace que el viaje sea mucho más interesante aún.


- Viaja ligero
Es posible dejar todos los por si acaso fuera del equipaje y viajar con 10 kilos o menos en tu maleta o mochila. Eso no solo se traduce a viajar con mayor comodidad, pagar menos en vuelos low cost por ejemplo, sino también te entrena en el desapego material, pues a medida que vayas viajando te darás cuenta que necesitas muy poco para moverte por ahí y ser feliz. Además de eso, te ayuda en cuestiones de movilidad y seguridad.


- Toma previsiones básicas
Al viajar solitario, está bien que resguardes tus pertenencias y no llevar nada que llame mucho la atención. No está de más que le digas a alguien de confianza por dónde andarás, cuáles son tus pasos a seguir, para que siempre sepan tu ubicación. Es una previsión básica, que nos viene bien a todas.


- Sé respetuosa/so
Siempre es bueno que te informes de las costumbres del lugar para que aprendas de la cultura y te adaptes a ella. Nosotros solo vamos de paso y está bien mostrar respeto hacia lo que estamos conociendo. No querrás pasar un mal rato si no vas vestida de manera adecuada o si dices algo que no deberías. Eso, además, ayudará ampliar nuestra mente, a ser más empáticos.


 - Viajar también cansa 
Es normal que cuando decidas salir de viaje quieras abarcar la mayor cantidad de lugares, por eso no sientas culpa si un día te sientes cansada y prefieras hacer pausa para dormir un rato más o quedarte tomando un café sin hacer más nada por un buen rato. Eso también es parte de la aventura, saber que la puedes vivir de muchas maneras distintas.


- Una vez que empieces, no querrás detenerte
Sí, eso te va a pasar, una vez que te animes a viajar vas a querer hacerlo muchas veces más de la misma forma o acompañada. Aparecerán nuevos destinos en tu mapa de posibilidades y querrás ir a todos. 



Fuente: Worldpackers