La jornada fue desarrollada en la Sociedad Rural de Catamarca, donde el presidente de Economías Regionales de la CAME, Raúl Robín, planteó los objetivos perseguidos por la comisión y los logros obtenidos hasta el momento, entre los que se destacó el anuncio realizado la semana pasada por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, acerca de la participación de la CAME en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), integrada hasta hoy por las cuatro entidades tradicionales del sector agropecuario. Esta nueva puerta que se abrió genera entusiasmo y una gran expectativa para un sector importante de la economía. En lo que refiere a los demás planteos presentados a la primera mandataria, Robín aludió a la falta de transparencia en la comercialización de la producción primaria y a la pérdida de rentabilidad global de las empresas debido a los elevados costos de producción.
Durante la jornada de trabajo, los empresarios Pymes agropecuarios participaron de los talleres de actividades productivas zonales, ámbito propicio para exponer sus inquietudes, intercambiar experiencias y plantear propuestas concretas.
Entre las problemáticas que deben enfrentar los pequeños y medianos empresarios agropecuarios, se destacó la necesidad de un nuevo régimen laboral que contemple el trabajo temporario que se produce en épocas de cosecha y/o recolección de frutos, además de evaluar compensaciones a los aportes previsionales, a fin de que puedan cumplir con sus obligaciones y reducir sus costos.
Se visualizó la urgente necesidad de trabajar en una profunda reforma financiera, a fin de que el crédito esté al servicio del aparato productivo y no de la especulación.
En lo que refiere a los precios de la producción y a la comercialización, también se detectaron problemas. Por una parte, los precios que perciben de sus productos generalmente son bajos y no cubren los costos de producción. Por la otra, la industria demandante actúa como oligopólica. Se debería buscar una política de "precio de equilibrio", que ampare al productor primario ante la posición oligopólica de la industria.
Otra problemática expuesta fue la distancia a puerto. Muchas de las actividades productivas que se realizan están destinadas a la exportación por lo que, en estos casos, se observa una asimetría de costos de traslado con respecto a otras regiones, con la correspondiente pérdida de competitividad. Además, los empresarios Pymes agropecuarios deben afrontar los elevados costos del servicio portuario. Se deberían incentivar las producciones extra pampeanas con precios diferenciales de dichos servicios o políticas de reembolso.
Finalmente, otras dos preocupaciones del sector se hicieron explícitas. Por un lado, los precios de los combustibles, en particular del gasoil, son superiores a los que hoy se abonan en Buenos Aires, lo que debilita la rentabilidad y produce asimetrías en la estructura de costos entre regiones. Por el otro, se planteó la necesidad de planificar el uso racional del suelo a través de la rotación de cultivos.