Para mantener el sistema
económico se requiere de
más energía, ya que el nivel
de consumo va en aumento.
Pero, al depender tanto de
los hidrocarburos, los recursos
energéticos escasean y encarecen
sus costos. En este contexto, se buscan
alternativas. Una de las posibles
salidas a la eventual crisis
energética que afecta globalmente,
es impulsar el desarrollo de fuentes
de energía no convencionales. Las
ERNC están teniendo un auge inusitado,
en especial en Argentina,
gracias a las políticas del Estado
nacional, que desde ENARSA y
particularmente en San Juan con
EPSE, se viene impulsando en los
últimos años. Entrando al circuito
de la producción de energía no convencional, la minería ve con especial
interés su aprovechamiento,
tanto para las empresas como para
el Gobierno. En este sentido, el Estado
provincial ha establecido un
protocolo para que los próximos informes
de impacto ambiental que
las empresas presenten para la licitación
de nuevas explotaciones,
declaren también proyectos de producción
energética alternativa.
El porcentaje de energía alternativa
que deberán emplear los proyectos
mineros aún no está definido,
pero es muy posible que el
porcentaje que se exija sea proporcional
a la energía que consumirán.
Barrick es sin dudas la empresa
pionera en introducir el uso de
energías alternativas desde que comenzó
a operar en Veladero. La generación
de energía eólica fue su
principal pie de apoyo, pero en el
futuro, se ve la necesidad de contar
con una poderosa fuente energética:
la geotermia.
El Gobierno hace una apuesta
fuerte en esta materia manteniendo
una UTE (Unión Transitoria
de Empresas), con la participación
de EPSE, Geotermia Andina y
Barrick. Es un proyecto que tiene
como base en Despoblados, Iglesia,
localizado a pocos kilómetros de
Veladero, en el Valle del Cura. En
esa zona se descubrió un centro termal
y se busca la oportunidad de
generar energía (de 16 a 20 megavatios)
con los vapores debajo de
la superficie de la tierra. Evaluado
su potencial geotérmico, podrá optarse
por el aprovechamiento del
mismo con destino a la producción
de energía eléctrica que, para las
necesidades de Veladero y Pascua-
Lama, representará una significativa
demanda potencial. El propósito
de este proyecto es aprovechar
los fluidos de alta entalpía provenientes
de vertientes termales con
actividad permanente en el tiempo
(más de 10.000 años) que afloran en
el “Valle del Cura”. El área de dispersión
incluye vertientes frías y
termales del orden de los 2.100 km2.
Como Barrick dispone de energía
en las operaciones y proyectos
principalmente de combustibles fósiles
y electricidad comprada (en
2010 registraron un pico de
2.396.352 giga joules o el equivalente
a 665.653 Mega Watts) viene
haciendo esfuerzos por reducir la
generación de GEI (gases de efecto
invernadero), es por ello que viene
invirtiendo en varias iniciativas
para la utilización de ERNC. Así
pues, el gigante de acero, el generador
eólico de Veladero, el más
alto del mundo, es capaz de alcanzar
una potencia de 2 MW con sus
aspas moviéndose entre 3 y 5 metros
por segundo. Su energía limpia
garantiza un muy bajo impacto
sobre el ambiente: 26 veces menos
que un generador alimentado a
carbón, 21 veces menos que uno de
petróleo y 10 veces menos que uno
nuclear. Su puesta en funcionamiento
en noviembre de 2007 lo
convirtió en el primer generador
eólico de la provincia.
Que le suman, otros desarrollos
como el parque eólico de Punta Colorada
(Chile), -10 aerogeneradores
que aportan 20 Mega watts de energía-;
y también el uso de paneles
solares en la mina Zaldívar, ubicada
al norte del país vecino. Volviendo
a Veladero, los 22 grupos generadores
de 2.250 HP cada uno,
tienen una capacidad de producir
23 megawatts, (con una inversión
de U$S 61.000.000). Además, tiene
en marcha el parque eólico de 18
aerogeneradores para producir 36
megawatts, complementado por
una central termoeléctrica de 17
MW, destinado a abastecer en el futuro
las necesidades del proyecto
Pascua – Lama y Veladero.
Otras experiencias
en El Pachón
Debido a su remota ubicación, todas
las instalaciones del proyecto
El Pachón deben autoabastecerse
de energía eléctrica para cubrir la
demanda propia de cada instalación
(iluminación, calefacción,
equipos computacionales, entre
otros). Para esto, se emplean 8 equipos
generadores ubicados en los
campamentos de La Junta, Casa de
Piedra, Julieta (Valle de El Pachón)
y María (Valle de Carnicería). Todos
estos generadores operan en
base a diesel (gasoil) y cuentan con
sistemas de contención secundaria
e instalación eléctrica, con interruptores,
llaves térmicas y disyuntores
diferenciales distribuidos
convenientemente, acorde con los
centros de consumo más relevantes.
En los sitios de proyecto para fines
de propulsión de vehículos y maquinaria
se usa únicamente diesel.
El consumo total de diesel es de
223.575 litros.
Los campamentos Julieta y María
operan íntegramente con energía
eléctrica. Sólo en los campamentos
Casa de Piedra y La Junta se emplea
gas embotellado para la cocina.
Debido al bajo consumo energético
asociado a las actividades desarrolladas
en El Pachón, a la fecha no se
han implementado programas sustanciales
de reducción de demanda
o de incremento de eficiencia de
uso eficiente de la energía en terreno.
No obstante lo anterior, en
instalaciones remotas se ha privilegiado
el uso de paneles solares
para pequeños generadores diesel,
alimentando, de esta forma, a las 13
estaciones de monitoreo meteorológico,
hidrológico, hidrogeológico
y antenas repetidoras. Para el futuro,
se evalúan estudios para el
uso de energía de biomasa, aerogeneradores
y también la posibilidad
de recurrir a la geotermia, con el
fin de que estas fuentes lleguen a
ser un importante suministro a la
matriz energética del proyecto minero.

