Sin embargo hay quienes se calzan el equipo y se sumergen a las profundidades de la piscina al aire libre que está en el complejo deportivo El Palomar, de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Quienes se deleitan con esta experiencia son adolescentes de 12 a 18 años que asisten a la Escuela de Deporte Aventura de esa institución universitaria, cuenta el director de deportes de la UNSJ, Juan Manuel Escobar.

En El Palomar, la actividad del buceo cumple esta temporada su décimo aniversario. Se practica a unos 5 metros de profundidad en el sector sudoeste de la piscina. Como toda actividad que se quiere aprender es necesario conocer primero la parte teórica y luego la práctica. +La primera es muy necesaria para los chicos y la segunda es más divertida+, cuenta a modo de anécdota el profesor.

El trabajo en el agua se denomina apnea dinámica, que es cuando los buceadores toman aire y se mueven hasta las profundidades marinas, en este caso la piscina. Después que los chicos aprenden esta actividad, comienzan con el snorckel, que es cuando usan el tubo sale por la luneta hacia arriba también las aletas o patas de rana, posteriormente equipo más técnico como aprender a respirar desde las válvulas con los tubos.

Escobar define la práctica del buceo como +una forma de disfrutar del agua distinta a la natación+. En el buceo es el medio para desarrollar distintas actividades como la observación submarina, mientras que en la natación la idea es desplazarse de un punto a otra a través del agua. Se trata de una sensación distinta a otra actividad acuática, que se hace con mucha tranquilidad. Incluso la colocación de parte del equipo es una de las actividades que se llevan a cabo.

El buceo por ejemplo tiene beneficios fisiológicos como cardiovascular y sistema respiratorios regiones ostioarticulares, es decir huesos y articulaciones, sin el impacto que produce la gravedad. Una gran estimulación psicomotriz en términos de la percepción del propio cuerpo, la afirmación de la lateralidad. Además, desde lo psicológico, provoca una gran sensación de bienestar y relajación, por cuanto se origina mucha descarga de tipo ionica.

En la actualidad hay alrededor de 50 chicos cuyas edades van de 12 a 15 y unos 70 de 16 a 18, quienes practican buceo. De todos modos, todos los adolescentes que van a la Escuela de Deporte Aventura pasan por todos las actividades. Hay dos profesores, una profesora y un profesor de buceo que se encargan de la enseñanza de esta actividad en El Palomar.