La semana pasada se realizó la segunda jornada de capacitación en el cultivo de ajo que está organizada por el Proyecto Ajo del INTA, coordinado por el Ing. Agr. Aldo López, de INTA La Consulta (Mendoza), y un equipo de técnicos de primer nivel.


El profesional comentó que con estas jornadas virtuales se está llegando a productores y técnicos no solo del país, sino también a países vecinos. Además, la idea es hacer 3 o 4 capacitaciones más, con temas como enfermedades fúngicas, calidad de semilla, ensayos varietales y post cosecha.


El plantel técnico estuvo formado por el Ing. Agr. José Luis Burba, el Ing. Agr. Orlando González, de INTA San Juan, quienes impulsaron este cultivo tan importante para la región cuyana, no solo de importancia económica, sino un generador de puestos de empleo.


La temática en esta segunda jornada fue fertilización y control de malezas en ajo y el riego.


El Ing. Agr. José Portela trató el tema de ecofisiología, diciendo que las etapas del ajo son: brotación, crecimiento vegetativo, bulbificación, pre dormición y dormición. Cada una de estas etapas tiene características distintivas en cada zona productora. Para bulbificar el ajo y forme bulbos normales se deben dar: horas de frío, temperaturas en aumento, días que se alargan, adecuada disponibilidad de nitrógeno y agua y alta densidad de plantas.Se refirió al rebrote del ajo que es el crecimiento de brotes laterales y que esto se produce principalmente cuando se dan condiciones de días nublados, excesos de nitrógeno y riego y baja densidad de plantas en el momento de la bulbificación.Destacó que el nitrógeno se debe aplicar hasta el momento de inicio de rápido crecimiento vegetativo que será variable según tipo de ajo y zona de producción. Se debe evitar la corta de raíces durante el cultivo y también tener mucho cuidado con los daños que se pueden provocar con los herbicidas por uso de dosis incorrectas. Marcó las diferencias entre todas las variedades de ajo y su comportamiento diferencial.


El Ing. Agr. Víctor Lipinski remarcó la importancia de realizar análisis de suelo y que también se puede medir el nivel de nitratos en las hojas de ajo como un método rápido de testeo. Tener en cuenta las sales que aporta el agua(calcio, magnesio, sodio, potasio, cloruros y sulfatos).


En la mayoría de los suelos de la región de Cuyo el ajo presenta buena respuesta a la fertilización nitrogenada aun con buenos niveles en suelo, no así a las fertilizaciones de fósforo y potasio cuando están bien provistos de estos tipos de nutrientes. Dosis altas de fósforo inclusive pueden producir bajas en rendimientos al desbalancear otros nutrientes.


Los ajos tipo colorado son más exigentes en dosis de nitrógeno que los ajos blancos.


Expuso distintos ensayos con dosis diferenciales de fertilización y densidad de plantas y también las necesidades de riego para las distintas variedades.Los micronutrientes como el zinc, calcio, magnesio son importantes en el cultivo pero con dosis bajas y estos generalmente se aplica vía foliar.


Luego el Ing. Agr. Luis Kulichevsky comentó que en San Juan se producen ajos blancos, ajos morados frigorizados y ajos morados (mal llamados chinos). Los blancos se siembran en marzo y se cosechan la primer quincena de noviembre en el valle del Tulum. Los ajos morados sin frío se cosechan a fines de octubre y los ajos frigorizados son más variables pudiéndose cosechar desde mediados de septiembre a primer semana de octubre.


Los principales aspectos a tener en cuenta para lograr un buen cultivo de ajo son: selección y preparación de suelo, genética, tamaño de semilla, época de siembra, manejo integrado de plagas, plan de fertilización acorde a la variedad de ajo y los aspectos económicos y comerciales.


Los ajos regados por goteo son más eficientes en el aprovechamiento de los fertilizantes, en el caso del nitrógeno que es el fertilizante que más se aplica pueden usarse hasta un 30% menos respecto a los ajos regados por surcos.Las épocas de usar principalmente el nitrógeno es variable para cada tipo de ajo.


Los problemas de manejo, semilla chica, siembras tardías, incorrecto riego tanto en defecto como en exceso no se arreglan aumentando las dosis de fertilizantes.


Excesos de fertilización promueven incremento de enfermedades fúngicas y de plagas.


Para culminar el profesional sanjuanino remarcó la importancia de hacer rotaciones, utilizar técnicas de manejo integrado de plagas, sembrar abonos verdes entre la finalización de un cultivos hortícola y comienzo del próximo cultivo y cuidar el agua y el suelo. El cuidado del suelo es fundamental para producir en forma sustentable.