En el X Concurso Internacional Vinandino 2011 celebrado este año en La Rioja, San Juan y Mendoza, un certamen donde participaron 725 vinos de distintos países, la nota la dio San Juan al ganar una bodega por primera vez el Gran Oro, galardón que se obtiene al tener como puntaje otorgado por el jurado más de 95 puntos sobre cien. En esta oportunidad sólo tres vinos obtuvieron estos puntajes.

Se trata de la bodega familiar +Merced Del Estero+ ubicada en calle Morón, La Bebida, Rivadavia, por su Cabernet Sauvignon cosecha 2009 +Mil Vientos+ que deslumbró al jurado junto a un vino neuquino -Special Blend, Reserva de bodega La Inversora S.A.- y otro rumano -Lacrima Lui Ovidiu de la firma Murfaltlar Romania-.

Además, San Juan cerró la espectacular faena quedándose con 9 medallas de Oro y 17 de Plata. La pasada semana se entregaron en la ciudad de Mendoza los premios, mientras que el 29 de este mes, en Capital Federal, se realizará un evento para las embajadas y para la prensa especializada en el que se presentarán los vinos premiados.

Bodega boutique

Con vista al cerro, cercado con viñedos propios y rodeados de majestuosos plátanos sobre calle Morón, emerge la moderna bodega de ladrillo visto con arquitectura de aberturas en típicos arcos que le dan un toque colonial, que coincide con el nombre Merced Del Estero, en alusión a las mercedes reales que la corona española entregaba a sus colonos para la posesión de tierras y estero por el cauce que entrega agua a la zona. Tierra donde la orden de la Compañía de Jesús (jesuitas) eligió en el siglo XVIII para cultivar sus viñedos y elaborar vinos y aguardientes en su bodega.

Aquí en 1897 Don Tomás Bate vende a su contratista don José Rodríguez la finca y nace una historia. Junto a su esposa María González y sus hijos Augusto, Elvira, Eufracia, Josefina y María Dolores trabajan la propiedad produciendo uva. En 1986 los hijos de Augusto, Carlos y Juan Esteban adquieren la finca pensando en diversificar la producción. Finalmente Carlos, un ingeniero electromecánico y docente universitario, se queda con la finca que trabaja junto a su esposa Edelina y sus hijos Sebastián y Ezequiel. De los viejos viñedos deja sólo un parral viejo de Torrontés Riojano y en el 2001 planta las primeras cepas de Cabernet Sauvignon. Hace lo propio con cepas de Syrah, Malbec, Tannat y Bonarda. Comienza a construir la bodega. Desde esa época acompaña en el proyecto el licenciado en enología Marcelo Onofri, un joven de 35 años que es el hacedor de los vinos con estilo propio. La producción no llega a los cien mil kilos de uva por año y elaboran unas 70 mil botellas con la marca Mil Vientos. Su vino se vende a los turistas que visitan la bodega y a exclusivas vinotecas. Una partida se vendió en Nueva York y Texas.

Sobre el Cabernet Sauvignon premiado sólo hay 7.000 botellas producto de las 2 hectáreas y media que hay plantada. Este vino no se conserva en madera, es de color rojo rubí, de intensidad media y tiene como particularidad que tiene un intenso aroma a mentol y eucaliptus, con notas a fruta, a pimiento muy leve y taninos dulces. Es decir muy distinto a los tradicionales Cabernet que se conoce en el mercado. Y esto es muy bueno, ya que se dijo que San Juan no era apto para esta cepa que prefiere clima con noches de verano frescas. También lo destacado es que a La Bebida no se la tenía en cuenta como zona vitivinícola de calidad. Esto demuestra que falta mucho por descubrir todavía en Argentina, y que sobre todo la sorpresa la dio un vino que hoy cuesta 8 dólares la botella compitiendo con vinos de marca reconocidos y muy caros.