La agrupación ambientalista Greenpeace reclamó al Gobierno argentino que endurezca su posición en los foros internacionales para impedir la pesca ilegal.

Greenpeace dijo en un comunicado que en una reunión que se realiza en Roma sobre control en puertos para luchar contra la pesca ilegal, los representantes de Argentina "han obstaculizado cualquier medida por erradicar la pesca ilegal, no regulada y no reglamentada".

Según el grupo ecologista, Argentina "se niega a impedir el ingreso a sus puertos de barcos piratas" y defiende "sistemáticamente las posiciones más blandas en la lucha contra las actividades pesqueras ilegales".

En la reunión de Roma se intenta culminar con las rondas de negociaciones para alcanzar un acuerdo internacional legalmente vinculante sobre control en puertos para luchar contra la pesca ilegal.

Para Greenpeace, uno de los problemas centrales del caladero argentino es la "invasión" de la Zona Económica Exclusiva por parte de barcos que descargan los recursos argentinos obtenidos ilegalmente en puertos de otros países.

Según Sebastián Losada, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace Argentina, el acuerdo que se busca en Roma "representa una oportunidad única para dotar a los países de un instrumento vinculante que marque las obligaciones mínimas de los Estados de puerto para controlar las actividades de los buques de pabellón extranjero involucrados en actividades de pesca".

"Es un acuerdo fundamental para acabar con los puertos de conveniencia, usados por las flotas piratas para evadir las normas de gestión pesquera", consideró el ambientalista.

Losada afirmó que Argentina se niega a cerrar sus puertos a aquellos barcos que han sido incluidos en las "listas negras" de las organizaciones regionales de pesca y que, por lo tanto, han sido calificados por la comunidad internacional como "piratas".