La semana pasada, la gigante Coca Cola salió a embestir a otro gigante, Goldman Sachs, considerado el quinto mayor banco de Estados Unidos, medido por sus activos. La institución financiera tiene casi un tercio de los 4,62 millones de toneladas de metal autorizados y fue acusada de limitar la venta a clientes. En síntesis, hay sospechas de maniobras para favorecer los precios artificialmente altos.

Así lo publicó The Wall Street Journal y lo reprodujo el diario español El Mundo. La Bolsa de Metales de Londres –una suerte de brújula en el mercado minero- está investigando a Goldman después de que varias empresas como la fabricante de la popular bebida gaseosa acusaron al banco de limitar los metales que libera a sus clientes.

Puede sonar insólito pero en absoluto lo es, teniendo en cuenta que para Coca Cola el aluminio es un insumo básico en sus envases. Según la publicación neoyorquina, la multinacional ha dado a conocer su molestia con lo que considera un “aumento de los precios”.

Y citó declaraciones del gerente de compras estratégicas de la compañía dedicada al rubro de las bebidas, Dave Smith: “La situación se ha organizado para impulsar artificialmente las primas para arriba”.

Hay otros datos que complican, cuanto menos, la imagen de Goldman. Por ejemplo, el hecho de que el banco de inversiones elevara su pronóstico para los productos de metal, augurando precios cada vez más elevados.

En este sentido, los sitios web especializados en el análisis de la coyuntura económica, como oroyfinanzas.com, analizó la semana pasada que la recomendación de Goldman Sachs impulsa los precios del oro y la plata. En mayo, la firma norteamericana desaconsejó la inversión en materias primas y recomendó retirar ganancias. La historia cambió en junio. La semana pasada el banco cambió su perspectiva sobre algunos productos, en particular el petróleo crudo, el cinc y el cobre. El reflejo fue inmediato: repuntaron estas cotizaciones en el mercado internacional.

Goldman Sachs analizó para este segundo semestre una sobredemanda de materias primas y por lo tanto, un riesgo de desabastecimiento. Lógicamente, tremenda proyección fortaleció los precios. La credibilidad de Goldman Sachs se basa en algunos aciertos anotados recientemente.