En plena pandemia, con el dólar otra vez empujando hacia arriba, con problemas de competitividad en la industria en general y con un descongelamiento tarifario nacional que amenaza con poner en jaque a la producción, el Día de la Minería llega con una constante clarísima: la actividad minera en San Juan sigue dando pelea y creando futuro. Tanto, que Iglesia saca chapa de histórico departamento metalífero y vuelve a instalarse como el principal polo en actividad exploratoria en la provincia. El proyecto más avanzado es el cuprífero Josemaría, que desde el inicio de su exploración invirtió casi U$S 130 millones y cuyo Informe de Impacto Ambiental está a sólo cinco meses, aseguran, de ser aprobado. Atrás vienen Chita y Taguas, con un total de casi U$S 30 millones ya invertidos o comprometidos para explorar, cobre en el primer caso y oro en el segundo, y con la firme meta de construir nuevas minas en los próximos años en el departamento norteño.


Ese panorama instala no sólo a Iglesia sino a toda la provincia como un escenario atractivo para inversiones extranjeras, en momentos en que las economías del mundo intentan hacer pie ante los estragos del coronavirus. San Juan ofrece ese mensaje a los capitales que se vuelcan a la exploración: acá hay una minería sustentable, que jamás se detuvo durante la pandemia, que goza de licencia social y que, con el sistema de fideicomisos, garantiza también la inversión en obras.


Pero no sólo la actividad metalífera avanza en la provincia. El sector calero, que es el más importante en la minería no metalífera local, tiene proyectado cerrar 2021 con un crecimiento del 25% en su producción. Sucede incluso en un contexto duro, que arrima subas siderales en las tarifas para esta industria (60% en gas, 90% en electricidad) a partir de las recientes medidas nacionales. Y aun así, la cal sanjuanina no sólo se sigue proyectando, sino que además viene de protagonizar una inversión de U$S 13 millones en un horno para producir y exportar más.


Con la expectativa de que el año próximo se pueda empezar a construir una nueva mina y de que se pueda sostener una estabilidad, el Día de la Minería llega en un momento en que San Juan muestra una realidad minera que no puede pasar desapercibida en el mundo.