Mucha gente abandonó la actividad de los invernaderos en los últimos años, por diversos motivos: viento Zonda que destrozaban los plásticos y había que empezar de nuevo, robos sucesivos, precios bajos de las hortalizas, mano de obra capacitada y en cantidad para trabajar, principalmente. Es el caso de Pantano, Solís, Alonso, Pacheco, Montilla y otros.

Pero al mismo tiempo hay nuevo emprendedores que tomaron la posta y comenzaron. Hoy veremos a 2 de ellos.

Un caso tiene a Agustín López con naves israelíes como equipos de producción modernos, y el otro a Jorge Turesso, con una nave casera terminada hace poco tiempo.

Sobre calle Mendoza, entre 14 y 15, el joven contador López nos contó que ""Campo Seco" es nuestra Pyme familiar, que empezó con ajo seco y tomate para deshidratar, y por diversos motivos terminó en cultivos bajo plástico. Hoy tenemos con mi hermano 3 naves de 900 metros cuadrados cada una, todas de Israel, automatizadas totalmente y una nueva, hecha artesanal de 1000 metros cuadrados, bien local en todo".

"En este momento -dijo- estamos a full con lechuga mantecosa Lorenz y rizada Morada, hacemos varias y vamos cubriendo los mercados de la feria local y mineras en cordillera. Con 700 jaulas de 18 unidades cada una, estamos entregando lechugas actualmente. Cada 35 días salen en verano, cada 55 a 60 en otoño y cada 85 a 90 días en invierno. Estamos viendo los números, para optimizar cada metro cuadrado".

El profesional indicó que con tomate "estamos de julio a diciembre, y luego con lechugas. Hicimos Biguá, Ichiban y Colosus, cada uno tiene sus virtudes y defectos. En la nave sanjuanina, hoy están empezando a preparando las tierras para transplantar en julio el tomate. Pasamos tractor, varias veces, echamos guano, probamos el equipo de riego todo en pleno invierno".

Consultado en el manejo de ambos tipos de nave, López dijo que "los caseros andan bien, pero el armado es fundamental, el tensado del plástico, el cierre, la ventilación, la calefacción…son detalles precisos. En los automatizados estamos más cómodos".

Han realizado muchos ensayos, acompañados por la ingeniera agrónoma Virginia Rizzardi, que trabaja como promotora asesora de un Grupo de Cambio Rural. Variedades de tomates y lechugas, fechas de transplantes, riegos (frecuencias, laminas, etc), fertilizaciones y otras variables han probado en 2 años de labor. También probaron pimientos, tanto el Fyuco del INTA como el Lungo.

El equipo de riego está armado con 3 líneas de mangueras separadas 25 cm, con un gotero cada 30 cm, de 1 litro/hora.

Las palabras finales de Agustín indican su optimismo, la nave tiene sus ventajas, estamos aprendiendo los detalles técnicos y comerciales, pero en cantidad, en buena fecha y con lo que la gente pide, se pueden hacer números atractivos.