El trabajo conjunto entre los sectores público y privado, a través del Instituto Nacional de Vitivinicultura y el sector vitivinícola, motivó el reconocimiento del gobierno nacional y la extensión de la prórroga impositiva al sector de los vinos espumantes, por haber superado ampliamente el nivel de las inversiones productivas, de acuerdo a lo anunciado por la Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, quien anunció que volverá a extender la medida que exceptúa del pago del impuesto de 12% a las ventas de champán, tributo que se cobraba por considerar a la bebida como un bien suntuario.

La exención se había fijado por primera vez en febrero de 2005, por tres años, a partir de un convenio entre el entonces presidente Néstor Kirchner y el sector vitivinícola, con el objetivo de impulsar el consumo de vinos espumantes y de estimular las inversiones para mejorar la competitividad. A cambio del beneficio, la industria se había comprometido a invertir un 25% por encima de lo que se hubiese pagado por ese impuesto a las ventas en reconversión de viñedos a uvas de mejor calidad, incorporar tecnología, crear mayor empleo, aumentar el consumo y las exportaciones de espumantes. Desde entonces, las inversiones superaron el importe comprometido y hasta llegaron a duplicarlo.

Durante el año 2010, la venta de vinos espumantes ascendió a 640 millones de pesos. Se destaca que el sector realizó inversiones reales por más de 112 millones de pesos, con lo cual superó los 77 millones de pesos que hubiera tributado al Estado en concepto del impuesto interno del 12% a ese tipo de vinos. Además, se especifica que el saldo en inversiones, en el período señalado, supera los 12 millones de pesos.