La producción de alfalfa en San Juan ha tenido altos y bajos en los últimos años. Sequías, excesos de lluvia hicieron pendular tanto el precio como la cantidad y calidad del fardo.
La producción con destino a la exportación posibilita conseguir contratos anuales y planificar la producción, como así también la inversión para mejorar el desarrollo del campo. Ya hay productores sanjuaninos que han vendido fardos compactados a países árabes quienes lo consideran un forraje con un porcentaje alto de proteínas.
Otra forma de venta es en pellets y buscando este tipo de producción recientemente se inauguró en Albardón una planta para el servicio a productores. Lo bueno es que hace unos días salió de la planta el primer envío de 28 toneladas hacia Chile. Todo indica que hay posibilidades de inclinarse por la producción de esta forrajera.
Se estima que existen no más de 2.600 hectáreas implantadas de alfalfa en San Juan, contra Santiago del Estero, que posee 17 mil hectáreas y que cuenta con área ministerial que no sólo promueve la implantación, sino que además tiene perfectamente identificadas cada parcela en producción, tipo de productor y destino. Eso le permite apoyar y destinar parte de esa cosecha cuando se presentan oportunidades de negocios fuera del país.
Hoy Santiago del Estero es el mayor productor de alfalfa en fardos del país, pero el clima le juega en contra, ya que las lluvias repentinas disminuyen la calidad del producto. La construcción de galpones en cada campo, disminuyó ese riesgo.
Nicolás Brizuela Salinas es un empresario sanjuanino radicado en Chile y que desde hace años viene trabajando y comercializando alfalfa. La empresa que representa es Comercializadora Metropolitana de Chile, una firma "sanjuanina" instalada en Chile, que comercializa productos argentinos en Chile, de productos chilenos en Medio Oriente y representa a empresas del sector agrícola chileno para la compra de materia prima en Argentina, como Pack South América, la principal exportadora de alfalfa de chile.
"San Juan posee un clima ideal para la implantación de alfalfa, la falta de lluvias y el calor abundante (con agua por riego controlado) hacen que el promedio de materia seca ronde las 25 toneladas por hectárea anuales contra 22 toneladas de Santiago del Estero.
Otras de las condiciones generales óptimas, es y por testeos en distintos campos de San Juan, el alto grado de proteína bruta en fibra que promedia el 20% (hubo campos con el 26%) llegando al grado calificado como premium.
El promedio mundial es de 18%. Mientras más proteína posee, mayor calidad tiene. Se necesita ingerir menos kilos para lograr el mismo resultado", explicó Brizuela Salinas.
Mitos, beneficios y dificultades
El color de la alfalfa no está relacionado con la calidad. La alfalfa puede estar desteñida al Sol, y conservar las mismas proteínas (los animales no reconocen si es verde o amarilla) pero para el ojos del hombre el verde representa bueno, y no siempre es así.
La alfalfa posee más proteínas (mayor calidad) antes que florezca. La floración disminuye la proteína. La proteína reside en mayor cantidad en la hoja. Una alfalfa "paluda" tendrá menos proteínas, por lo que se necesitara más kilos de alfalfa para alimentar lo mismo que una con muchas hojas.
Nicolás Brizuela Salinas explica que lo observado por recorridas por varios campos a lo largo de 5 años, mostró las siguientes dificultades:
1) Baja tecnificación: la mayoría de los campos aún siguen enfardando con máquinas antiguas que atan con alambre (dos rollos cuestan $1.200 y alcanzan para enfardar 400 fardos y las nuevas enfardadoras utilizan hilo plástico, y las bobinas cuestan sobre $500 y alcanza para enfardar 900 fardos.
Las máquinas antiguas trabajan con golpes, las nuevas no, lo que permite hacer fardos "parejos" del mismo peso, y no variantes como las viejas.
2) Desorientación: no hay un concepto claro del tipo de semilla a utilizar (de acuerdo al clima y al suelo). Las variedades responden al rinde de acuerdo al clima.
3) Falta de asesoramiento: no hay personal especializado suficiente en la región. La manera y el cómo responde la alfalfa en San Juan, no es lo mismo que en la pampa húmeda, ni siquiera como en Santiago del Estero.
Hoy el productor produce de acuerdo a criterios históricos con poco asesoramiento.
Hoy se preocupa cómo tener un fardo verde, pero no se sabe qué tiene el fardo adentro (más proteínas al menor costo)
4) Falta de maquinarias: la mayoría de las máquinas son viejas, segadora, enfardadora y tractores (todo esto hace que se gaste más combustible y horas hombre para producir los mismo que con maquinaria moderna). Muchos productores no tienen directamente máquinas por lo que entregan la producción de fardos al tanto (50%) asumiendo ese porcentaje como costo de producción.
5) Mal manejo del riego: el exceso de agua como la falta disminuye la producción y amplía los días para realizar un corte.
6) Falta de galpones: el 90% de los productores no posee, por lo que encastilla las fardos: el Sol, viento, y manipulación hacen que el fardo pierda hojas (por lo que pierde proteínas y calidad). Si llueve se arruina gran parte de esa cosecha.
Pellets
El pellets es la manera más eficiente de producir alfalfa industrialmente para ser transportada. Ejemplo: para transportar 28 mil kilos en fardos necesitaríamos dos camiones con semiacoplado, en tanto que en pellets sólo se ocuparía uno.
El pellets mejora el consumo y evita la perdida de materia en un 5%, comparado con un fardo. Los animales desperdician entre el 25 al 35% del pasto lo tiran o pisotean al comer, en tanto que con el pellets sólo desperdician el 5%. Es mucho más eficiente.
También posibilita controlar la ración por peso que se le da al animal (siempre es igual). Se apila en espacios reducidos. No requiere grandes galpones (en el espacio que ocupan 1.000 fardos se podrían guardar 10.000 kilos de pellets)
El mercado externo exige calidad, regularidad y precio para ser competitivo, tareas pendientes que debe comenzar a hacerse en San Juan.
Sin embargo algunos productores ya han alcanzado esos estándares en la provincia, superado en calidad a la mejor alfalfa del mundo.
El caso de la mayoría está en veremos. En San Juan se sigue comprando por fardo y no por kilo como debería ser, eso no hace que se mejore la relación calidad y precio.
"Gran parte del costo de la producción del fardo está dado en intervenciones poco eficientes. Se estima que un productor promedio percibe sólo el 30% del valor de venta del fardo.
En el mercado interno cuando mayor producción hay (de diciembre a marzo) es cuando menos vale el fardo, lo que hace una menor percepción promedio. En cambio el mercado externo nivela a un precio único todo el año, cuando hay y cuando no hay".
"Desde hace 7 años vengo desarrollando el comercio de alfalfa desde Argentina al exterior, principalmente los países árabes, en los distintos tipos: fardos compactados, cubos y pellets.
Desde San Juan se hicieron varias experiencias a medio oriente y así, que no se pudieron sostener en el tiempo no sólo por las condiciones de inestabilidad económicas y los cambios de regla en las exportaciones, sino también por la falta de tecnología que permita procesar la alfalfa".
"El alto costo de llevar alfalfa desde San Juan al puerto de Buenos Aires, es el 80% de lo que cuesta el flete desde Buenos Aires a Dubai (Emiratos Árabes), por este motivo quedamos fuera de juego, como lo está Chile, sin tener el 10% de la superficie que hoy tiene Argentina implantada.
Entonces no somos competitivos por el flete y la falta de tecnología", opinó el empresario.
Respecto del fardo compactado opinó que "la compactadora reduce a un cuarto el peso del fardo con relación al volumen. Cabe aclarar que hay tecnología en el país pero está orientada a la producción de mega fardos (de 450 a 750 kilos cada uno) y en San Juan se producen fardos pequeños de 25 kilos y no hay compactadoras eficientes para ese tipo de fardos".
"Convencionalmente las compactadoras producen un fardo de 750 kilos que luego se divide (corta en 8) para hacer los pequeños fardos. En la actualidad Agrocuyano es la primera empresa que está enviándonos alfalfa, ya que reúne la calidad necesaria para el mercado exterior. La alfalfa viene de Jáchal y la calidad es excepcional".
"En San Juan no se pueden hacer mega fardos ya que la mayoría de los potreros son pequeños y no justifica la inversión de esa maquinaria y por otro lado las máquinas no podrían entrar por las tranqueras y menos operar en ellas.
Hoy pensar en vender en San Juan es la alternativa más cercana para el pasto, pero también está sujeta a los vaivenes del mercado y al manejo poco eficiente. Se venden de a 10 ó 20 fardos juntos como mucho. ¿Cuántas horas hombres se emplea cada vez que el productor va a cargar? ¿Se cuantifica ese costo? ¿Cuántos fardos se estropean al moverlos o elegirlos? ¿Cuántos se pierden o roban en un potrero? ¿Cuántos se estropean porque los agarró la lluvia? La sumatoria de todos esos pequeños costos más los costos de la producción ineficiente hace que el productor sólo gane nos más de $5 a $8 pesos por fardo. Una verdadera miseria.
La eficiencia no es aumentar el precio, sino disminuir los costos" dijo finalmente Brizuela Salinas.
Mayor info: Nicolas Brizuela,Cel +56 9 84229406, Cel. Arg +54 9 2644072300, Skype brizuela.nicolas

