"La industria está muy avanzada en el desarrollo de eventos con tolerancia a estrés abiótico, para aquellos que venimos de la genética tradicional, ésto nos parecía una utopía, pero hoy sabemos que tenemos materiales disponibles que permiten lograr rindes 15% a 20% superiores en situaciones de estrés",

Así lo indicó Federico Trucco, gerente General del Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear), durante una presentación realizada en el Congreso Tecnológico CREA que se está realizando en la ciudad de Córdoba. "Estamos mejorando los pisos de rindes, no tanto los techos; por supuesto, el estrés abiótico tiene un punto de quiebre, porque no se puede producir sin agua", añadió.

"También existen algunos eventos que permiten mayores eficiencias en el uso de nutrientes; en China se están testeando esos materiales, los cuales van a permitir generar valor a través del cobro de créditos de carbono", comentó Trucco.

El negocio de agroquímicos en el mundo representa unos 40.000 millones de dólares, mientras que el negocio de tratamiento de semillas mueve apenas 1500 millones de dólares.

"El costo de introducir una nueva molécula química en el mercado puede representar un costo de unos 220 a 230 millones de dólares y plazos de 10 a 12 años; esto implica que todo nuevo desarrollo, además de ser lento, debe tener un mercado global. Por este motivo son pocas las nuevas moléculas que llegan al mercado", dijo Santiago Norris, quien hasta 2010 se desempeñó como presidente de Nitragin Argentina S.A. y actualmente es director de Novozymes (compañía que recientemente adquirió el 100% de Nitragin a nivel mundial).

"Los productos biológicos son complementarios de los fertilizantes. En los últimos años han comenzado a despertar un mayor interés de las empresas de agroquímicos y de fertilizantes", apuntó Norris, quien además es productor agropecuario y miembro del CREA Henderson Daireaux.

"Esperamos un fuerte crecimiento del tratamiento industrial de las semillas versus la aplicación a campo: eso va a representar un paso muy importante para nuestra industria. Los fungicidas e insecticidas no van a ser reemplazados, pero con esto van a emplearse de una manera más eficiente y, en definitiva, más sustentable", explicó.

Por su parte, Julio Eduardo Delucchi, gerente de Desarrollo y Registro de Agroquímicos de Sinochem Argentina, dijo que los problemas de resistencia de enfermedades o de insectos van a tender a incrementarse por la dificultad existente para introducir nuevas moléculas al mercado de manera rápida.