Los productores de pistacho de la provincia de San Juan, siguen generando novedades en torno a la mecanización de este cultivo que comienza a ganar adeptos entre los pequeños y medianos productores.

En esta oportunidad visitamos la finca de la familia Ighani, ubicada en la localidad de Carpintería a los pies del Cerrillo Validivia, en el departamento Pocito.

En el lugar Maximiliano Ighani, fue el responsable de acompañar la gira de Suplemento Verde de Diario de Cuyo, durante la cosecha mecánica de unas 16 hectáreas que han entrado en producción.


Las máquinas


Pudo observarse la presencia de cosechadoras de paraguas invertido, como así también de las denominadas Bugy, unidad vibrante exclusivamente diseñada para la recolección de frutos.

Ambos tipos de máquina trabajan tomando el tronco con dos brazos vibradores.

En el caso de la denominada Bugy, la máquina fue traída desde Mendoza, donde es utilizada en la cosecha de aceitunas, nueces, duraznos y ciruelas para industria y almendras.

Trabaja vibrando la planta sobre una lona colectora dispuesta en el piso del monte frutal. La lona finalizada la cosecha es enrollada desde un extremo de la parcela a fin de recolectar todos los frutos.

En el caso del Bugy, se cosechan aproximadamente unas 800 plantas por día conforme al marco de plantación y la máquina realiza su recorrido por las melgas "siempre caminando" hacia atrás a fin de no pisar la fruta derribada y trabaja con una dotación de 5 personas.

En el caso del paraguas invertido, la vibración también es gradual conforme al tamaño de la planta y grosor del tronco, pero su implementación requiere de distancias de plantación más prolongadas que las vistas en pistacho en San Juan, así como adaptar mejor el sistema de poda para permitir el acceso de tractores de mayor porte.

Su accionar supera las 800 plantas cosechadas por día y requiere sólo de dos operarios.

Ambas máquinas son propiedad de empresas mendocinas que prestan sus servicios de cosecha en nuestra provincia.

A estos modelos hay que sumarles la experiencia publicada en tapa de este suplemento el 13 de febrero pasado, en la finca de la familia Bravo en el Departamento San Martín, con una máquina italiana llamada Yellow Devil que ya se utiliza en naciones como Israel.


La finca


El cultivo de la familia Ighani es el más añoso de la provincia dado que el arquitecto Marcelo Ighani fue el pionero en el país en desarrollo del cultivo a partir de semillas traídas desde Irán, su país natal.

En esta finca los árboles más viejos tienen 11 años de edad y suman unas 6 hectáreas que ya tienen un rinde de 7.000 kilogramos de pistacho seco por hectárea. Los árboles de 9 años de edad, esto es unas 10 hectáreas, producen 4.000 kilogramos y los de 5 años, unas 15 hectáreas, rinden unos 500 kilogramos.

La distancia de plantación elegida es de 5 x 5 plantas y la variedad implantada es la Kerman, nombre de la provincia iraní de donde es originaria y la fecundación es realizada con un macho de la variedad Peters.

En total los Ighani cuentan con unas 50 hectáreas, 16 en producción y el resto en vía de producir.

Según comentara el joven empresario Maximiliano, en nuestra provincia el cultivo sigue ganando adeptos y aparte de los 6 proyectos grandes ya hay 10 pequeños productores, todos con la firme intención de consolidar una cámara de pistacheros cuando finalice la cosecha.


Los mercados


Según comentara Maximiliano, toda su producción está ya comprometida para ser comercializada en Italia. El año pasado 200.000 fueron los kilogramos de pistacho producidos y exportados por nuestra provincia a Brasil, España, Italia y Chile y U$S 6 es el precio aproximado por kilogramo pagado al productor.