Por: María Inés Montes


Los huertos en casa favorecen las cadenas cortas agroalimentarias, las cuales constituyen los modelos de alimentación y consumo más saludables y responsables con el medio ambiente. Podría ser el primer gran paso para cambiar tu estilo de vida hacia uno más sano, responsable y ecológico. Esto sumado a la realidad que se vive hoy, incremento en los costos de verduras y frutas, la falta de agua y los cambios climáticos trae como resultado el repensar como afrontar el futuro.


De hecho, estos tienen múltiples beneficios: lograr una dieta saludable y a mejor precio; mayor entendimiento sobre los procesos de la naturaleza; tener alimentos durante todo el año; conocer el proceso de cultivo y la calidad de lo que comes; y contar con la posibilidad de mejorar los ingresos. Solo debes disponer de un espacio dedicado a sembrar y cosechar alimentos con el objetivo fundamental de conservar las bondades de la naturaleza, sacando lo mejor de ella sin necesidad de tener el entorno más adecuado. Siempre es bueno tenerla porque colaboras con la mejora del ecosistema: las plantas absorben el dióxido de carbono, que es el mayor gas que hay en la calle, entonces se va reciclando ese aire. Una guía para tener en cuenta:

El lugar ideal: uno con luz directa y una toma de agua cerca

En la mayoría de las ocasiones no podemos elegir entre varias ubicaciones para el huerto y tenemos que adaptarnos al espacio disponible. La mejor orientación para ubicar la huerta en casa es aquella que nos permite una buena cantidad de horas de luz directa. También es importante valorar la disponibilidad de luz que tenemos en las diferentes épocas del año y qué tipo de cultivo vamos a realizar. Además, se debe tener una toma de agua cercana que nos permita tomar la que necesitemos mediante una regadera o una manguera o poder instalar un sistema de riego por goteo.


Empieza por las hortalizas más amigable

Comenzar en otoño/invierno tal vez no sea el mejor aliciente, dadas las menores horas de sol, pero estos tiempos pueden regalar cultivos como acelga, espinaca, rúcula y casi todas las variedades de lechuga, y templar la motivación para en primavera/verano continuar con otros más vistosos como tomate, frutilla, berenjena o zapallo.


Las lechugas, los rábanos, la rúcula y los ajos son hortalizas de más fácil cultivo que otras, además se adaptan fácilmente a las plantaciones que se elaboran en recipientes de plástico pequeños, cuyo tamaño puede limitar el desarrollo de algunas hortalizas. El rábano, el pimiento y la espinaca son hortalizas que, además, se dan todo el año. 



Hazlo biodiverso

Un huerto urbano ideal es aquel que consigue la mayor biodiversidad posible, por ejemplo, que en él se cultiven diversas hortalizas al mismo tiempo que plantas aromáticas o medicinales, y flores. Esto ayudará a conseguir un espacio de cultivo equilibrado, donde podamos atraer a fauna beneficiosa que nos ayude a controlar posibles plagas y enfermedades. Reproducir aromáticas (y otras especies) por esqueje, por ejemplo romero, lavanda, curry, orégano, tomillo, salvia y pasto limón, entre otras aromáticas, que luego distribuyo por la huerta para mantener el equilibrio necesario para evitar plagas que afecten a nuestros cultivos.


Otras tareas que podés hacer esta temporada son:

  • Preparar rótulos para los cultivos (cartelitos con su nombre).
  • Recolectar, guardar y organizar semillas.
  • Acolchar el suelo (la cobertura o acolchado de suelo -mulching- es la protección que le damos a las raíces de las plantas por medio del parto u hojas secas sobre el suelo, no mayor a una altura de 3cm a 5cm.) - Ordenar la huerta.
  • Reproducir plantas aromáticas por medio de esquejes.

Calendario de siembra de marzo en la huerta urbana


Hay variedad de especies que se pueden sembrar este mes: acelga, ajo, arveja, apio, brócoli, coliflor, cebolla común, cebolla de verdeo, espinaca, hinojo, lechuga, perejil, puerro, rabanito, radicheta, remolacha, repollo, rúcula y zanahoria. "Si recién estás armando la huerta, se recomienda empezar por las más sencillas.



Cómo preparar almácigos o semilleros para iniciar los cultivos

En principio, recomienda tener clara la orientación no embarcarse en proyectos muy grandes y en cambio empezar de a poco, manejando unos pocos cultivos, No conviene ponerse a hacer el gran diseño de toda una terraza si no estás seguro de cómo manejar una maceta incorporar mini huertas en cajones. El semillero o almácigo es un recipiente pequeño donde vamos a poner a germinar las semillas, de esta manera controlas mejor su crecimiento y lo resguardas de las temperaturas extremas o la lluvia. Sobre las semillas, recordá que existen tipos que son otoño-invierno y otras, de primavera-verano. ¿Cuántas semillas poner? Siempre cometemos el error de poner el paquete entero de semillas: pensá que cada semillita va a ser una futura planta. No las desaproveches.



¿Cómo preparar el suelo para el trasplante? 

Una vez que el almácigo es lo suficientemente grande, ya podés trasplantarlo. Pero antes, tenés que preparar el suelo donde se va a trasplantar. Para eso tenés que:

* Desmalezar, sacar yuyos y plantas que ya terminaron su ciclo;
* Remover la tierra;
* Agregar compost, turba y perlita y mezclar bien para que la tierra para que quede bien suelta.
* Después de realizar estas tareas, ya podés plantar semillas o trasplantar los plantines.


Iluminación

Es necesario ubicar nuestra huerta en un lugar soleado. Las hortalizas en general requieren una alta demanda de luz solar. Las hortalizas de fruto necesitan entre 5 y 6 horas de sol, mientras que las verduras de hoja se desarrollan bien con 3 horas. La orientación ideal de una huerta es la de Norte - Sur para aprovechar al máximo la luz solar. Tener presente la sombra que puedan proyectar árboles o muros cercanos antes de seleccionar el lugar.


Riego / Humedad

Las hortalizas se mantienen tiernas y sanas mientras tengan la cantidad de agua adecuada. En verano los riegos deben ser diarios y es conveniente evitar las horas de sol fuerte. En invierno conviene realizar los riegos más espaciados y en horas de sol.


Nutrición

Si bien el sustrato para huertas ya trae nutrientes, es necesario reponer aquellos que se van consumiendo durante el crecimiento de las distintas especies presentes en nuestra huerta. Recomendamos el uso de fertilizante sólido que aporta materia orgánica, liberando los nutrientes lentamente y mejorando también las propiedades física del sustrato.


Plantación

La siembra es el eje principal en la organización de los trabajos en una huerta. Las plantas hortícolas se desarrollan básicamente en dos temporadas de cultivo: primavera-verano y otoño-invierno. Es importante conocer la época de siembra de cada especie para poder acompañarla en un crecimiento saludable. Se recomienda realizar una siembra en forma escalonada de manera de obtener varios períodos de cosecha.


Mantenimiento

La sanidad de nuestra huerta se basa prácticamente en la prevención, ya que si el sustrato posee la nutrición adecuada, cultivamos plantas adecuadas al clima del lugar y les damos los cuidados que necesitan, se desarrollaran saludables y resistentes a plagas y enfermedades. Se recomienda retirar las malezas que pudieran crecer para asegurar una buena aireación de las plantas y evitar la competencia por el agua y nutrientes.



Tips para armar la huerta en casa

  • Elegir un espacio donde haya, como mínimo, tres o cuatro horas diarias de sol.
  • ener macetas de al menos 20/30 cm de profundidad (ideales para las verduras de hoja).
  • Prestarle atención al sustrato que se pondrá, porque en maceta las plantas requieren más nutrientes.
  • Regar con efecto lluvia, no directo sobre las hojas.



>> Para tener en cuenta

Es posible crear una "huerta jardín" en donde la parte artística y estética también tienen un rol fundamental, además de la satisfacción de poder producir nuestras propias hortalizas. Es posible diseñar una huerta jardín combinando distintos tamaños, texturas y colores de follajes. También se puede incorporar el uso de flores, que además de aportar belleza al lugar pueden ser comestibles, o funcionar como plantas acompañantes ayudando al control biológico de plagas y enfermedades.