La forma más natural de frenar los mosquitos

Fotos: colaboración

El brote de dengue dejó al descubierto una cuestión esencial: los repelentes, una de las pocas armas para combatir los mosquitos Aedes Aegypti que transmiten la enfermedad al picar a otra persona infectada, están en falta en todos los comercios. Aún no llegan o se reparten las importaciones y donaciones del exterior por lo que encontrar alguno en una góndola es un “golpe de suerte”, un modo de decir bastante cuestionable porque los precios que hay que pagar por ello son más elevados que lo que cualquiera pagaría en tiempos más tranquilos para el virus.

Ante este panorama las emprendedoras sanjuaninas sacaron a relucir sus productos: Hay, al menos, tres expertas que hacen sus propios repelentes, como parte de oferta de cosméticos, ungüentos y cremas; los venden de manera virtual o en ferias y sirven para aplicar a personas de todas las edades.

> Protección desde la panza

Su prioridad es que ninguna embarazada ni mucho menos ningún bebé quede sin protección. Por eso hace dos productos bien diferenciados para esta población: un repelente a base de agua destilada, hidrolato de lavanda, aloe vera, glicerina vegetal y aceites esenciales de lavanda y citronela, aparte de un conservante natural. Y un óleo de caléndula y manzanilla, aceite esencial de lavanda y vitamina E para aliviar la picazón y las rojeces que provocan las picaduras de mosquitos.

Como buena mamá de dos chicos, Natalia Maza aclara que “los pueden usar toda la familia. Solo que en bebés menores a 3 meses se aconseja colocar sobre las prendas o atomizado el lugar donde se encuentra. Luego de los 3 meses se puede colocar sobre la piel. Los adultos también pueden usarlo aumentando la frecuencia de colocación ya que al contener sólo productos naturales se aconseja colocar cada una hora por ejemplo”.

La especificidad de sus productos tienen un por qué: Cuando Natalia superó un cáncer de vejiga y todas las secuelas que le dejó el tratamiento, de inmediato se volcó a investigar y formarse en Ayurveda, Plantas Medicinales, Herbología. También aprendió sobre Reiki, Aromaterapia, Sanación Pránica. Estaba en un proceso de mejora y cuidados personales, cuando en el 2020, quedó embarazada de su segundo hijo. Entonces decidió combinar la docencia de Astronomía -su carrera de base- con el inicio de un camino en la cosmética natural, que luego de un tiempo se concretó en un emprendimiento bajo el nombre de Ancestral. La iniciativa tiene una finalidad muy clara: “acompañar a las mujeres en la maternidad desde la gestación, puerperio y continuar cuidando la piel de sus hijos”, define.

“Quise llevar a la comunidad lo que me sanó a mí y me salvo. Por eso desarrollé productos de cosmética natural específicos para las mamás y sus bebés, como cremas para estrías, óleo de masajes para la mastitis, óleo calcáreo, crema para pañal, entre otros”, asegura para quien es fundamental elegir productos elaborados con insumos naturales, porque protegen y cuidan la piel y la salud. 

> Alquimia vegetal

Sabrina Figueroa tiene una teoría y la sustenta en la experiencia diaria: Si hay un grupo de gente, al aire libre, seguro que a ella es a la única que le pican los mosquitos. Por eso con su socia -Daiana Quiroga- del emprendimiento Astica Cosmética Natural, priorizaron esta vez poner toda la atención para hacer un producto para cuidarla. Y lo lograron. Inclusive fue efectivo para su bebé de 6 meses -eso sí recomiendan para los niños menores a un año empezar probando un poquito en el antebrazo antes de colocarlo de lleno, por si tienen sensibilidad a los aceites esenciales-. “Tenemos un repelente, bastante efectivo, que hemos probado en distintos lugares -zonas al aire libre, en el campo, cerca de ríos- y gracias a nuestros clientes, en distintas pieles y con buenas devoluciones. Tiene extractos de aguaribay, de clavo de olor, de citronela, de Benjuí, de caléndula, aceites esenciales de eucalipto, lavanda, citronela, neem (muy utilizado para luchar contra las plagas de insectos y algunos hongos) y un conservante apto para cosmética natural por lo que dura unos 6 meses sin necesidad de guardarlo en la heladera, aunque en la práctica puede ser más. Al tener caléndula, no sólo actúa como repelente sino también como calmante si es que hay picaduras. Pese a que los aceites esenciales son como su nombre lo dice la esencia pura y aromática con todas las propiedades terapéuticas concentradas, al no tener un fijador de las esencias químicas, son más volátiles, por lo que hay que aplicárselo más seguido que los industriales”, explica Sabrina sobre esta alquimia, una fórmula propia, que se caracteriza por su perfume.

El detalle de este producto es que no sólo sirve para rociar en la piel, sino que las expertas proponen empapar un algodón con el líquido y colocarlo en una bolsita de tela para llevar a la cama o inclusive humedecer levemente las almohadas y las sábanas para que el efecto dure toda la noche.

El repelente de la marca es parte de un universo de cosméticos alternativos a los comerciales que en principio nacieron para ellas y sus familias y de a poco, fueron expandiéndose a pasos agigantados. Entre otros hay pasta de dientes, jabones, desodorantes, productos para el cuidado facial (cremas, serum, agua micelar, tónicos), corporal, de higiene diaria, para el pelo (shampoo y acondicionador sólido, baño de crema, tónico fortalecedor, gel).

> Apto para todos

Con la combinación de un alto porcentaje de alcohol de cereal y de citronela, Celina Castillo, consiguió la fórmula perfecta para combatir los mosquitos y así, prevenir el dengue. Para ella, que ha comprobado su efectividad, el producto tiene entre otras ventajas que es apto para todo tipo de pieles e inclusive para celíacos porque el alcohol que utiliza tiene esa propiedad. Lo recomienda para el uso familiar, con una salvedad: los bebés muy pequeñitos -por los efectos que pueda tener el alcohol-, el resto puede aplicárselo sin problema, inclusive niños a partir del año. Se puede poner en la piel directamente o en la ropa ya que no mancha.

“El alcohol de cereal es apto para consumo humano, de hecho se emplea mucho para la producción de licores, no tiene aroma. El repelente es sencillamente la maceración de la citronela y el alcohol en un lugar oscuro, durante un tiempo largo para que el líquido pueda tomar todos los principios activos de la planta”, detalla esta experta que indagó en un principio con qué elemento natural enfrentar la cantidad de mosquitos que hay en la zona donde vive, Alto de Sierra, en Santa Lucía. Encontró que la citronela servía para ahuyentar mosquitos, inclusive para combatir parásitos en los perros.

“Es un buen producto, cuando uno lo prueba, no usa más los industriales. En mi familia sólo usamos los productos naturales desde que hace un año empecé a estudiar las plantas medicinales: menta, caléndula, tomillo, árnica, romero, lavanda, citronela y descubrí que a partir de sus principios activos pueden curar. A esta altura no tengo dudas de los beneficios de la citronela, es una planta tan noble que tendría que estar en todos los jardines para combatir plagas”, indica Celina, quien a partir de sus estudios de Cosmetología Natural creó su propia línea bajo el sello Bio Natural, para su marca Casa de Artesanas, en la cual conviven ungüentos de todo tipo (como serum faciales con ácido hialurónicos, serum con aceites de almendras, entre otros) con productos textiles como cortinas, almohadones, colchonetas hasta pistas didácticas de tela que cose esta artesana.