Una ola de calor sin precedentes, con temperaturas por encima de los 37 ºC, sigue afectando al cultivo en la costa oeste de Norteamérica. Hay mucha fruta no comercializable. "En el caso de las cerezas, ha tenido un impacto bastante grande", dice Dan Davis, de Starr Ranch Growers, en Wenatchee, Washington. "Hemos tenido que abandonar varias plantaciones de cerezas cuya madurez no es la adecuada. El calor está afectando al tamaño de la fruta y haciendo que muchas no sean comercializables". Aunque el calor está afectando a las cerezas, la situación del mercado de la popular fruta de hueso ha agravado la situación. "Hemos heredado un mercado en el que nos solapamos con el de California y los precios se ven muy presionados, por lo que mucha de la fruta no es comercializable", agrega Davis. Antes de la ola de calor, la cosecha era de buen tamaño, con una fuerte calidad. "Estábamos llegando a la etapa en la que ganábamos algo de impulso y por fin empezábamos a ver algunos beneficios de la superposición con California. Pero el calor ha cambiado toda la situación". En cuanto a las manzanas, Starr Ranch también ha comenzado a evaluar la próxima cosecha de manzanas tras el calor. Las variedades más tempranas están todavía por cosecharse.