El sindicalista y escritor Juan Carlos Schmid en San Juan.



Argentina necesita reconstruir su capital y entramado social si espera desarrollarse definitivamente y así lo sostiene Juan Carlos Schmid, secretario general del Sindicato de Personal Embarcado, Dragado y Balizamiento de la República Argentina, ex integrante del "triunvirato de la CGT" y autor del libro "El Mensaje Del Pescador", sobre la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco, presentado en el 2016 en San Juan por gestión de Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO.


- Juan Carlos, San Juan lo recibe una vez más...
- Sí. Venimos a apuntalar la tarea de la Unión Ladrillera y nos reunimos con el señor Gobernador, quien se hizo presente en la proyección de un video en un taller metalúrgico local, donde proyectamos un audiovisual llamado "El país de Mugica", que da cuenta de las problemáticas que atraviesa el sector marginal de la economía.


- "El país del Padre Carlos Mugica", audiovisual sobre un país que muchos no quieren ver...
- Mugica para nosotros es una referencia muy concreta de los valores del evangelio y cabe recordar su tarea pastoral, iniciada alrededor de un villa en el puerto de Buenos Aires.


Por lo tanto para nosotros ha sido un hito, en cuanto a los principios y convicciones que abrazó y terminó ofrendando su vida a causa de ello...


- Y también de cómo el tiempo vuelve a rescatar los valores humanos como respuesta a lo que la economía no puede resolver...
- Lamentablemente Argentina está en el medio de una encrucijada. Sabemos que una encrucijada es un cruce de caminos. Donde hay que tener la sabiduría de elegir el lugar correcto. 


Se abre un proceso que va a alumbrar muchas definiciones estas primeras décadas del siglo XXI.


- Definiciones que encuentran al papa Francisco por ejemplo impulsando acciones de cambio global, a través de la Encíclica Laudato Si... 
- Sí. La Iglesia, con su Doctrina Social, ha sido un señalador de rumbos, así que nosotros lo que hemos hecho con este documento, y una obra de teatro también, es un aporte a mostrar esa concepción o faro que baja desde el Vaticano, acerca de los desafíos de la Sociedad Global.


- Sociedad global que muchas veces no entiende conceptos como el de San Alberto Hurtado: "la caridad comienza donde termina la justicia". ¿Qué le reclama usted a los empresarios, por ejemplo?
- No sólo a los empresarios. También a quienes manejan la cosa pública y al conjunto de la sociedad. Las cosas que ocurren no nacen de un repollo.


Son situaciones en las que la sociedad debe involucrarse y resolver. 


El hecho de que tengamos semejante cantidad de pobres en San Juan y Argentina es la reiteración de errores que venimos cometiendo durante, por lo menos, los últimos 40 años.


- Errores que pueden prologarse aún más, a pesar del momento histórico, donde Argentina junto a Brasil y China viven su bono demográfico o población económicamente activa respecto del total de habitantes.
- Sí, aunque es discutible. En realidad nosotros tenemos problemas serios desde el punto de vista estructural. Y al mismo tiempo es un país que si toma decisiones de naturaleza estratégica y permanente, con las posibilidades que tiene, rápidamente los puede resolver.


El problema, son los errores llevados adelante en el último tiempo y la no trascendencia. La clase política no piensa en trascender. Piensa sólo en el ahora y ahí estamos empantanados.


- Cuando uno sabe de su formación personal, sus persecuciones y los pasos dados, lo ve dar un paso al costado de la CGT nacional... ¿por qué?
- Se debe a que en el interior de la CGT aún no encontramos el debate profundo y necesario para elaborar una agenda sindical que perfore el proceso electoral de manera estratégica y permanente. Una construcción colectiva que creo que no está debido a las fracturas políticas, la fragmentación del peronismo y la naturaleza de la clase trabajadora, que no es igual a la de la década del '80.


Por eso yo acompaño los movimientos populares, por ser parte de la clase trabajadora, en un debate sin saldar en la CGT. Esta discusión no se ha querido dar en el plano interno y entonces pensé en que mi ciclo estaba agotado.


- Finalmente a los jóvenes dirigentes, empresarios, sindicales y políticos, ¿qué mensaje les deja?
- Los jóvenes deben tener esa cuota de trascendencia que tenía el padre Mugica, por ejemplo. Y saber que el debe construir un peldaño por el que suba alguien mejor que él todavía.


No hay otra forma de construir una patria grande y una patria con justicia social si nosotros no abrazamos el compromiso de que estamos de paso por la vida y que tenemos que dejar un escalón para construir lo que Perón llamaba la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.