Cuando vamos al jardín, el suelo que pisamos es la clave ya que sin él no habría plantas, porque no pueden crecer en el asfalto, las paredes de los edificios o incluso los techos. La tierra es muy importante para toda la vida vegetal. Sus raíces pueden penetrar el suelo para que la planta se adhiera firmemente, lo cual es muy beneficioso, especialmente cuando la zona es muy ventosa y con frecuencia sopla. Pero puede usarse no solo como fuente de sostén, sino también como fuente de alimento. Es en la tierra donde las plantas necesitan todos los nutrientes necesarios para su vida. Dichos nutrientes comienzan por la cantidad de materia orgánica que hay en el suelo. La cantidad de materia orgánica son los restos en descomposición de los organismos vivos que los hongos y bacterias se encargan de procesar. Esta materia orgánica puede llegar almacenar una gran cantidad energía.

 Composición de la tierra

Una de las razones del por qué es tan importante la tierra para las plantas, es su composición. La tierra está compuesta por: 

Minerales: provienen de la roca madre, la cual se deshace lentamente. Ella está continuamente sometida a los diferentes agentes geológicos externos, entre estos tenemos el viento, la lluvia y la continua erosión causada por los mismos. Hay que tener en cuenta que estos fenómenos provocan procesos de erosión, transporte y sedimentación. Con el paso de los años, la roca Madre se va desgastando y es la que va formando nuevo suelo.

Materia orgánica: son animales y vegetales descompuestos. Si la tierra es rica en minerales y puede almacenar una cantidad importante de agua, se completa esta materia. Dependiendo del tipo de planta que estemos sembrando, se necesitará una mayor o menor cantidad de materia orgánica para poder sobrevivir. Existen especies de plantas que pueden vivir en suelos pobres en materia orgánica, mientras que otras plantas necesitan, no solamente un alto contenido materia orgánica, sino también una retención de humedad.

Microorganismos: insectos y lombrices que despedazan la materia orgánica, y los hongos y bacterias que se encargan de descomponerla liberando los nutrientes. Un suelo lleno de microorganismos es un suelo rico en nutrientes.

Agua y aire: ocupan los poros, o espacios entre partículas de suelo que se producen por las características del mismo. Cuanto más pequeño es el poro, más difícil es para la planta crecer. Es importante que los suelos tengan un buen drenaje para que el agua de lluvia o riego no se acumule. Para la gran mayoría de las plantas, los encharcamientos no son buenos para su desarrollo. Esto se puede evitar con una buena porosidad que otorga un buen drenaje al suelo.


Tipos de suelos

Una vez la roca madre ha comenzado a disgregarse para dar lugar a nuevo suelo, se pueden generar diferentes tipos dependiendo de la textura y composición. Diferentes tipos de suelos según la textura:

Arcillosos: una de las razones del por qué es tan importante la tierra para las plantas, reside en el tipo de textura del suelo. La textura arcillosa es aquella en la que predomina la arcilla. Suelen ser suelos muy ricos en nutrientes pero muy pesados. Aquellas plantas que requieren un alto contenido en materia orgánica prefieren crecer en suelos arcillosos. Estos suelos mantienen muy bien los niveles altos de humedad, aunque tampoco tolera del todo los encharcamientos. 

Arenosos: son aquellos en que lo hay arena. No retienen buenos nutrientes, por lo que son muy pocas las plantas que pueden crecer en ellos. Al tener un drenaje demasiado alto, no pueden llegar a retener bien la humedad. Esto hace que los nutrientes y el agua acaben filtrándose hacia las partes más bajas del suelo sin que las plantas puedan hacer uso de ellos.

Francos: son aquellos en los que abunda el limo. Al tener la cantidad justa de arena, limo y arcilla, constituyen los suelos más idóneos para las plantas, ya que contienen los nutrientes esenciales para ellas y además, permiten que sus raíces estén correctamente aireadas. Se podría decir que es el suelo con más equilibrio entre textura idónea y cantidad de nutrientes que necesitan las plantas.

Franco-arcillosos: son aquellos en los que hay bastante arcilla y limo, pero poca arena. Esto hace que el drenaje sea algo malo. En este tipo de suelos se suele almacenar bastante el agua de lluvia o riego y pueden llegar a encharcase con facilidad. Como hemos mencionado antes, para la mayoría de plantas no es una buena opción el encharcamiento.

Franco-arenosos: son aquellos en los que abunda la arena y el limo. Sin embargo, son menos ricos en materia orgánica y esto hace que haya muchas plantas que no pueda sobrevivir en este tipo de suelos dado que sus requerimientos en materia orgánica son mayores.


La tierra en las plantas con macetas

Tanto los jardines, los balcones, las plantas necesitan de una buena tierra para poder crecer sanas que demostrar toda su belleza. No sólo aporta la sujeción necesaria para raíces, sino también es la base para el crecimiento óptimo de la planta. Cuando cultivamos las plantas en macetas, cubos y maceteros de balcón, la calidad de la tierra es muy importante, puesto que las plantas sólo tienen un espacio muy limitado para extender sus raíces. Por este motivo, se debe cambiar la maceta de forma periódica y permitir que la planta se pueda desarrollar según sus necesidades. En muchas ocasiones la calidad del suelo que tienen de forma natural un jardín no es óptima. Por ello, se decanta por utilizar química para mejorar algunas de las características del suelo y adaptarlas a las plantas que tenemos sembrada.


Día del horticultor, una fecha clave 


El 17 de mayo se celebró el Día del Horticultor, establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en todo el mundo. Alrededor del mundo, el motor de la producción entre los medianos y pequeños productores, el horticultor es el eje de la producción, ya que es quien le da atención minuto a minuto al desarrollo de las plantas, es quien dedica su tiempo al mejoramiento y rendimiento de las cosechas, su calidad y su valor nutricional, y su resistencia a los cambios ambientales o a las enfermedades a las que están expuestos ciertos cultivos. Los que se dedican a esta área, trabajan diariamente para la mejora en los abonos de las plantas e ingeniería genética, bioquímica de la planta, fisiología de la planta, y el almacenaje, procesado, y transporte de frutas, bayas, frutos secos, verduras, flores, árboles, arbustos, y césped. En nuestro país, la horticultura se destaca por su amplia distribución geográfica y por la diversidad de especies que produce en todos los sectores dedicados a la agricultura, lo que a la vez es muy importante en lo social y económico que contribuye fuertemente a la alimentación cotidiana de la población.