Mucho se ha hablado en los últimos meses de cómo puede afectar al sector vitivinícola la crisis generada por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, los efectos del Covid-19, cuyas consecuencias económicas pueden ser nefastas, no es la única amenaza que afecta al sector, sino que hay que sumar otros problemas comerciales.


El Observatorio del Vino Español, OEMV, ha publicado un informe de estas amenazas:


1. El Brexit

El Brexit, cuyos peores efectos, por depreciación de la libra, tuvieron lugar después del referéndum y cuyo efecto sobre el comercio de vino, especialmente europeo, dependerá de cómo acaben las negociaciones comerciales a finales de este año. Si hay un acuerdo comercial, no habrá grandes problemas. Si no hubiera un acuerdo comercial, que facilitara las transacciones, la administración y la logística, además del reconocimiento de las técnicas de elaboración y detalles de etiquetado, podría ser algo más perjudicial..


2. Los aranceles Trump


Los aranceles en Estados Unidos impuestos por la Administración Trump son especialmente preocupantes para los vinos tranquilos (no espumosos y no generosos). Están sufriendo ya en las exportaciones de noviembre y diciembre, pese a que el cierre del conjunto del año 2019 no fue malo. Y sufren más los franceses que los españoles. Pero el hecho de que se impongan a unos países (Francia, Alemania, Reino Unido y España) y no a otros (Italia, Portugal y otros) es especialmente dañino. 


3. China
 


El coronavirus, que parece estar remitiendo en ese país, ha tenido ya consecuencias económicas terribles. Se ha perdido parte importante del consumo en hostelería, en especial durante la celebración del año nuevo chino. 


4. Japón


El anuncio de una potencial ralentización en el mercado japonés, que es de los que mejor han ido en 2019.


5. Nueva ley del vino en Rusia


Una nueva ley del vino en Rusia, efectiva a partir del mes de junio del 2020 y que podría afectar negativamente a las ventas de vinos a granel mundiales. y especialmente españoles, que son los más importados en dicho mercado. Los cinco meses previos a la entrada en vigor de la ley (de enero a mayo de 2020) muestran ya un descenso del 45% en el volumen de vino a granel importado en Rusia.


 Hay efectos que no podrán recuperarse, pero quizás todo el problema se vea en noviembre y diciembre con otros ojos.