Cada vez más lo urbano y lo rural apuestan a un solo hilo conductor en la gestión del desarrollo, el cuidado de la casa común o el medio ambiente como lo impulsa el papa Francisco en Laudato Si. 

Para entender el concepto de "ciudades saludables", entrevistamos al arquitecto Gabriel Vega Andraca, quien definió este concepto como "a aquellas urbes cuyos componentes ambientales y culturales, -o tangibles e intangibles- inciden positivamente la calidad de vida de la sociedad que las habitan, que ofrecen condiciones para un desarrollo socialmente equitativo y ambientalmente equilibrado". 

Vega es docente de la Diplomatura en Gestión de Proyectos y Territorios Bajo la Mirada de Laudato Si de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCCuyo junto al destacado arquitecto Carlos Romero Grezzi.

"Las ciudades saludables tienden a responder a esquemas de gestión más horizontales que verticales, con participación ciudadana, una política de suelos basada en el consenso, la localización de actividades económicas múltiples y diversas, el encuentro social, incentivo hacia la cultura, innovación y el deporte".

"Tener horizontes claros en las políticas urbanas es fundamental para el desarrollo social, económico y ambiental de los habitantes. Los indicadores de calidad de vida contemporáneos mejoran en la medida que las ciudades ofrecen un buen acceso al mercado laboral, al sistema educativo, sanitario y recreativo", afirma el arquitecto Vega agregando: "La sustentabilidad se mide en múltiples escalas, incluso en la escala corporal de quienes las habitan, impactando en las capacidades de desarrollarse a nivel físico, mental y espiritual". 

Y remarca: "Las ciudades que facilitan a sus ciudadanos los desplazamientos cotidianos, y ofrecen variantes infraestructurales ajustadas a las escalas y requerimientos de las distintas formas de movilidad, aporta previsibilidad, mejora las relaciones interpersonales, promueve la reducción de niveles de stress y la prevención de enfermedades cardíacas y respiratorias". 


Ejemplos
Consultado por modelos urbanos destacó: "En el mundo hay diversas ciudades, de muy distintos tamaños, que se han tendido a posicionarse como ciudades con elevados niveles de sustentabilidad. Es el caso de Copenhague, Vancouver, Friburgo, entre otras ciudades del hemisferio norte. En América latina hay ejemplos de ciudades que avanzan hacia esquemas más sustentables, con intervenciones urbanas en forma participativa, con una gestión activa de los recursos, y una tendencia a favorecer un mejor acceso a bienes y servicios". 

Y agregó: "Entre algunos casos, podemos citar el proyecto de Corredores Verdes, en Medellín, mediante el cual se transformaron 18 calles y 12 vías fluviales en un sistema de espacios verdes que reducen la acumulación de calor en la infraestructura urbana. Otra experiencia con resultados positivos con un abordaje social son las intervenciones que forman parte del proyecto "Favela Bairro", bajo la dirección del Arq. Jorge Jáuregui, que promueven la mejoras en las condiciones de vida en los barrios más vulnerables mediante programas de ocio y recreación; ya que aparentemente en el mundo del trabajo y la productividad no están las únicas respuestas a los problemas de marginalidad y pobreza urbana".

Para el arquitecto Gabriel Vega, en San Juan es urgente incrementar la resiliencia en gasto de agua, e implementar políticas de suelo para la mitigación y adaptación climática.


Diseño
Consultado por cómo se diseñan las ciudades saludables y qué deberíamos cambiar en San Juan para transformarnos en una, indicó que "la rápida urbanización que ha experimentado América latina en las últimas décadas ha tenido como consecuencia algunas conflictividades asociadas a distintos aspectos. Esta línea podríamos enfocarnos sobre 3 ejes de operación: 


I_Conflictos sobre asuntos territoriales: como disputas por los usos del suelo, falta de infraestructuras o condiciones de inequidad y vulnerabilidad, todo lo cual dificulta o impide el desarrollo sostenible. Un desafío importante de la gestión y planificación urbana es el diseño de procesos de colaboración que permitan a todas las partes y actores interesados compartir información, puntos de vista; necesidades, y se propicie el aprendizaje mutuo en niveles locales, regionales y nacionales.


II_ Cambio climático desde las políticas de suelo: La urbanización y las actividades humanas de las ciudades producen gases de efecto invernadero con impacto en la temperatura ambiente, las precipitaciones y la capa de hielo, lo que genera islas de calor, sequías, inundaciones y aumento del nivel del mar. Esto tiene consecuencias en la infraestructura urbana, la disponibilidad de recursos básicos, y provoca la pérdida de ecosistemas y desplazamientos masivos de población. A pesar de que las emisiones de gases totales de América latina representan sólo el 8,3% de las mundiales, pero es vulnerable al cambio climático por sus características. En particular San Juan, caracterizada por la aridez y el sismo, es urgente incrementar la resiliencia en gasto de agua, e implementar de políticas de suelo para la mitigación y adaptación climática.


III_ Movilidad y transporte. Actualmente, las ciudades realizan importantes inversiones en sistemas de transporte masivo, las cuales buscan responder a los retos propias de las dinámicas de una ciudad moderna. En este sentido, concepto de Desarrollo Urbano Orientado al Transporte (DOT) se enfoca en articularse con políticas de suelo para generar formas urbanas compactas en áreas servidas por transporte público, la infraestructura para movilidad no motorizado, y promover la mixtura de usos del suelo para reducir la necesidad de viajes largos, y el mejoramiento del espacio público amigable para los peatones".

EN NÚMEROS


8,3 Por ciento de los gases con efecto invernadero son generados en América latina según la Cepal, pero es quien sufre el cambio climático.


9 Metros cuadrado de espacios verdes por habitantes según lo OMS, debe tener para ser una ciudad saludable o amigable con el medio ambiente.