En muchos casos "el intelecto mata galán", y al parecer, ese fue el caso de Sarmiento. Tantas mujeres a sus pies, tantos amores que quedaron plasmados en sus cartas y tanto resumen de gastos en orgías, dio pie para que la sexualidad de Don Domingo Faustino fuera indagada por algunos historiadores curiosos. Desde la chilena con quien tuvo a Faustina a los 20 años hasta la conocida Aurelia Vélez Sarsfield, hubo muchas otras en su haber. Ellas fueron apenas dos ejemplos de su vasta trayectoria como "latin lover". Precisamente para mostrar esa otra cara, tres actrices sanjuaninas -Verónica Nonni, Valentina Viviani y Mercedes Rivero Prolongo-, pusieron en escena la obra "Te estuve esperando", donde se lo reconoce como un "hombre deseado". "Eran las mujeres las que lo veían como un super héroe, por lo que pensaba y por lo que hacía. Era un gran seductor de la época", destacan las actrices.
La obra que fue preparada especialmente para las últimas vacaciones de invierno surgió de una idea de Mónica Arturo, directora de la Casa Natal de Sarmiento, quien trasladó la inquietud a las artistas, y se encargaron de inmediato de la investigación histórica correspondiente. Luego de los estudios necesarios para saber qué harían con un tema delicado de la vida del prócer también decidieron tomar como base la obra "Cumbia moreno cumbia" de Mauricio Kartun. De esa adaptación surgió que dos de ellas -Valentina y Verónica- serían las protagonistas enamorados profundamente que esperaron a Sarmiento durante 20 años, y Mercedes, la directora.
"Al principio tuvimos un poco de miedo a la respuesta del público, porque si bien la historia demuestra que aparentemente era mujeriego no sabíamos si nuestra forma de encararlo sería bien recibida. El seducía con su intelecto, con su capacidad de querer hacer y de hacer efectivamente", indica Verónica, una de la protagonistas, que como sus compañeras terminaron "enamoradas" de Domingo Faustino.
El gran desafío era mostrar esta otra faceta humana de alguien que si bien pasó a la historia por su obra educativa, cultural y económica, también era hombre, y no de una sola mujer.
"Decidimos jugar con la idea de que les pasaba a esas mujeres enamoradas de Sarmiento y así fue que se nos ocurrió poner en escena a dos penélopes que se pasaron 20 años encerradas esperando que él llegara. Además tomamos al bolero como parte de la estética al estar tan ligado al romanticismo", dice Valentina.
Precisamente se tomó el absurdo, como género teatral, para contar esta alocada historia. Es a través del humor y el disparate desde donde se narran los amores que él despertó. "Ellas, sus aurelias, sus penélopes, lo esperan para bailar un bolero. A los 20 años, a una de ellas le da fiebre tifus, además bebía en exceso, y está a punto de morir cuando le pide a la otra enamorada que desistan de la espera", relata Valentina.
Veinte minutos alcanzan para contar en un juego de preguntas y respuestas al mejor estilo "Feliz Domingo", muchas cosas referidas al prócer con el fin de que quienes visitaban la Casa Natal pudieran también llevarse una imagen general del Maestro. Incluso, dentro del absurdo, una de ella sueña con una película en la que aparece Sarmiento, entre otros detalles perfectamente amalgamados en muy poco tiempo.
"La adaptación fue obra de las tres. A cada una le tocó investigar algo y ponerlo en valor dentro de la estética que habíamos elegido. Terminamos enamoradas de Sarmiento, y afortunadamente el público lo recibió muy bien porque, además, tiene mucho humor. Contamos parte de su historia desde el absurdo y basándonos en que las mujeres morían de amor por él, por lo que era, por lo que representaba, era un hombre enamorable, visto como un super héroe. Era, como dice en el libreto, un Adonis surgido de la higuera, entre humano y un dios ", relata Mercedes, quien fue el primer ojo espectador de la obra, como ella lo define en un intento de no aceptar su rol de directora.
La narración tuvo como escenario una supuesta Organización No gubernamental (ONG), llamada "Las Aurelias sanjuaninas", una biblioteca que sirve de pretexto para mostrar esta otra cara tan humana de Sarmiento como sus grandes obras.