Sofy Recabarren tiene apenas 21 años y es la directora de Latidos del Sur, la radio ubicada en calle La Laguna, Bella Vista, Iglesia. Un dato que refleja directamente la edad que tienen muchos de los integrantes de la emisora. Un equipo de jóvenes que surgió gracias a que la comisión directiva de la Unión Vecinal del lugar, presidida por Guido Altamira, decidió instalar hace tres años una pequeña radio que reflejara los problemas e intereses de la zona.
Los vecinos aportaron desde una silla, una mesa, una cortina, hasta la casa donde está funcionando actualmente (familia Rosales), para contar con esta herramienta que tantas bondades le trae a esa comunidad. "Llegué por curiosa a la radio, primero me interesé mucho por la parte técnica y luego por el contenido. Acá nadie es profesional de los medios, pero la gente del Departamento de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales nos ha dado un curso de capacitación que nos ayudó mucho. Nuestro objetivo es revalorizar nuestras costumbres y tradiciones; informar a la gente sobre las cosas que nos pasan porque si bien sólo tenemos un alcance de 12 kilómetros llegamos a los puestos, a las Escuela Miguel Cané, a Colangüil, donde la única compañía es nuestra radio. Nos dimos cuenta que la gente estaba olvidada y ahora todos tienen importancia por lo que hacen. Hacemos notas a la señora que hace el pan o al que trabaja el cuero", explica Sofy.
La transmisión recién comienza a las 14 y se prolonga hasta las 0 con programas infantiles realizado por chicos desde 7 años, de noticias, folclóricos, de recuerdos y música popular. El horario de inicio no es arbitrario sino que está vinculado a interferencias en el equipo que les impide ser escuchados por la mañana.
A la fecha han realizado todos los trámites para obtener la licencia oficial, y esperan que eso ocurra antes de fin de año para poder estar encuadrado dentro de un marco legal y quizá obtener beneficios que les permita mejorar el pequeño transmisor, tener antena propia (la actual es prestada) y modernizar el equipamiento en general, todo conseguido a pulmón.
"La Lechuza nos dio el gran impulso para hacer cosas, fue a partir de que la visitamos en Pocito. Llegamos todos con ganas de trabajar y hacer cosas por nuestra comunidad", cuenta Sofy.
