Un informe menciona que si bien es cierto que en la Argentina se han cerrado muchos tambos con pequeños índices productivos, los que quedaron multiplicaron su rendimientos en escalas ascendentes de 3 a 10 puntos; por ejemplo tambos que hace 10 años estaban en 1.500 litros diarios hoy extraen 17 mil litros, cifra suficientemente explícita del crecimiento experimentado en la zona central de producción nacional en lechería.

Muy positivo es lo realizado en la red de caminos rurales por donde se transporta la producción láctea (fuente de numerosísimos empleos) y que son son mantenidos por los consorcios camineros, donde se prioriza el tratamiento intensivo con enarenado para la vasta red caminera zonal; a fin de soslayar en gran medida las dificultades del tránsito en épocas de intensas lluvias o bien por los problemas de visibilidad, causados por la tierra en suspensión en tiempos de sequía.