Una revista a modo de hobby y de herramienta para difundir masivamente lo que pensaban fue la que los unió en un proyecto más ambicioso aún. Cinco amigos -estudiantes todos de Letras- interesados en adentrarse y opinar de manera provocativa sobre temas de filosofía, cultura, arte, política y, como no podía ser de otro modo, literatura, decidieron volcar sus escritos en una publicación que salió a la calle desde el 2007 y hasta el 2009 con muchas repercusiones. Justamente la entrevista a un poeta o escritor reconocido, diagramada en la parte central de esa revista, fue la que encendió las ganas de convertir las páginas de un medio de comunicación en un libro. Y así esta idea, algunos años más tarde y con sólo dos integrantes del grupo original, pasó de ser un entretenimiento a un compromiso laboral con el que sustentarse.

Claro que ‘Poderosa lectura” -el emprendimiento editorial artesanal con sello indiscutiblemente sanjuanino ya que se vale de las cajas de cartón que contienen botellas de vino como materia prima fundamental, al que finalmente le dieron forma entre el 2011 y el 2012- es mucho más que una fuente laboral para Darío Flores (licenciado en Letras, escritor e investigador del Conicet) y Sebastián Lampasone (periodista, corrector de estilo y escritor también). Es, sin lugar a dudas, la posibilidad para que muchos escritores, en su mayoría jóvenes, muestren sus obras, ya que de otro modo, no podrían hacerlo por los costos que esto implica y porque el sistema tradicional muchas veces les cierra las puertas. Es por eso que este modo de trabajo y la experiencia lograda con autores locales, será una de las atracciones que la Secretaría de Cultura de la provincia presente durante la jornada dedicada a San Juan, en la Feria del Libro, el próximo martes (ver San Juan en la celebración del mundo literario).

Una vuelta de página

Empezaron teniendo varios pasos dados de antemano: la experiencia previa de publicar la revista más el conocimiento (y hasta la amistad muchas veces) de la comunidad literaria local y la habilidad profesional respecto del trabajo intelectual que implica la edición de un libro. Claro que faltaba mucho por aprender. Tomando como ejemplo a ‘Eloísa Cartonera” -una cooperativa del barrio de la Boca, en Buenos Aires, que desde en plena crisis del 2000 se dedica a fabricar libros de literatura latinoamericana con tapas de cartón que compran a los cartoneros que los juntan en la calle- es que los sanjuaninos invirtieron horas y horas de su tiempo en la lectura técnica y en la investigación empírica de cómo hacerlo, hasta que lograron mecanizar un sistema. Nobleza obliga decirlo, sistema que a su vez, ellos enseñan a quien quiera aprenderlo. Es por eso que dan talleres en escuelas y espacios comunitarios.

‘Aprendimos por intuición y por ganas, creo. Con ayuda de los canales y los tutoriales de Internet recopilamos algunas ideas sobre encuadernación, a lo que le sumamos algunos conceptos que yo tenía previamente de diagramación y compaginación. Y entonces pusimos manos a la obra. Con todo lo visto, reinventamos una forma de encuadernar firme y segura, como la de los libros antiguos que eran cocidos. Nosotros utilizamos broches para unir cuadernillos, y lo reforzamos con silicona y cola que unen todo a las tapas que son de cartón de cajas de vino. Elegimos este elemento porque yo vivía cerca de una vinoteca que descartaba cientos y cientos de cajas. Nos pareció que era una manera de diferenciarnos utilizar algo tan local como las cajas de vino y poder aprovechar sus slogan, los nombres de sus vinos y frases como ‘elaborados en San Juan”, las guardas, las etiquetas. Todo suma”, cuenta Sebastián sobre un trabajo que además incluye la sugerencia sobre algunos cambios en el texto, las correcciones, la diagramación pero también la impresión, la distribución en los lugares de venta y la difusión. Los chicos calculan que por día llegan a concretar 30 ejemplares con sus propias manos.

‘Somos una minicooperativa, una editorial artesanal y autogestionada por sus trabajadores porque primero fuimos lectores, publicamos libros hechos con nuestras manos”, agrega Darío para definir esta iniciativa que tiene más de un propósito en claro: primero que nada, dar la oportunidad a autores para publicar y a su vez a artistas plásticos locales para que ilustren las tapas. Segundo, respetar una visión ecologista y artesanal del mercado, apelando al uso de cartón como marca identitaria de sus colecciones de libros. Y cada uno de estos objetivos se cumple a rajatabla. Es más no descartan que en algún momento, quizás mas adelante porque todavía sus costos son prohibitivos para ellos, incorporar el reciclaje de papel como parte de las materias primas para lograr sus libros que se comercializan entre los 30 y los 70 pesos, un precio muy por debajo de lo que ofrecen los circuitos tradicionales.

A esta altura de las circunstancias ya tienen editados varios títulos. La mayoría de autores locales con obras que estiman de gran valor literario, respecto de sus criterios y gustos personales. Gustavo Sánchez (‘Asuntos internos”, poesía), Maximiliano Sánchez (‘El epistolario privado de la familia Crash Pijatoes Dummies, novela), Ariadna Sasso (‘Apostilla para un nuevo fin del mundo”, relatos), Federico Araya (‘Los decepcionados”) y Marcos Castro (‘El encanto de los vencidos”, cuentos) ya les confiaron sus libros, inclusive el chileno Cristóbal Gaete, a quien conocieron en un viaje, les dio el borrador de lo que más tarde se convirtió en su novela ‘Valpore”. Además se dieron el gusto de sacar clásicos de la literatura universal, bajo su sello artesanal, como ‘Cuentos de la Selva” de Horacio Quiroga, ‘El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry, entre otros. Todas las tapas están intervenidas artísticamente por plásticos y creativos como Ponja Roca, Melisa Echevarría, Mariela Limerutti, Fabián Araya, Sergio Centeno, entre otros.

Ahora apuestan a poder re-editar, en versión cartonera, una colección que trajeron de Cuba. Es que los dos jóvenes sanjuaninos, con su ‘Poderosa Lectura”, llegaron en febrero de este año, a la Feria Internacional del Libro Cuba 2016, luego de ganar una beca del Fondo de Desarrollo Argentino del Ministerio de Cultura de la Nación. En La Habana contaron su mirada y sus perspectivas en el 6º Encuentro de Jóvenes Escritores de Iberoamérica y el Caribe. Eso es lo que van a repetir en la Feria del Libro.