La Unión Europea certificó recientemente al limón argentino como "no hospedero" de mosca de la fruta. A partir de esta modificación, el destino ya no tiene en cuenta los tres monitoreos previos que hacen para esta plaga antes de la cosecha. 


Según un informe de Infocampo, la Unión Europea analizó con resultado positivo las presentaciones realizadas por Argentina, a partir de evaluar los trabajos realizados por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) sobre la condición del limón respecto a mosca de los frutos, y aceptó la propuesta de certificarlo como "no hospedero" de la plaga, informó el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y según difundió la Asociación Fitosanitaria del Noroeste Argentino (Afinoa). 


Según Afinoa, ya no será necesario continuar con el monitoreo de mosca en unidades de producción de limón. El sistema informático ya se encuentra modificado y adaptado para proceder a la certificación, sin tener en cuenta los tres monitoreos de mosca los últimos tres meses previos a la cosecha.


Las unidades de producción en cambio, deberán cumplir con los monitoreos tradicionales -para cancrosis y mancha negra- bajo las mismas condiciones como se venía trabajando antes -al menos dos controles antes de cosecha y el último no más de 15 días previo a la cosecha-. Para el resto de los cítricos, aclaran, se continúa trabajando como hasta el momento.


Cabe recordar que la mosca de la fruta o del Mediterráneo, es un insecto holometábolo -se refiere al proceso en el cual un insecto pasa en su desarrollo por una metamorfosis completa de cuatro estados: huevo, larva, pupa y adulto- originario de África. La actividad de Ceratitis capitata aumenta en primavera llegando a máximos de actividad en verano, pudiendo permanecer inactivas las pupas durante el invierno si las condiciones climatológicas no le son favorables.


De 21 a 30 días tarda su ciclo completo en condiciones óptimas y puede llegar a tener hasta 7 u 8 generaciones anuales.