No hay agua abundante, pero ese es sólo un inconveniente.

Dialogando en el departamento 25 de Mayo con un conocido agricultor, comentaba esta semana que la falta de agua de riego se ha notado en esta campaña, para él en especial con sus cultivos de ajos, es sólo uno de los numerosos inconvenientes que se le han presentado para trabajar.

Además, para poder preparar las tierras normalmente, se necesita gas oil para los tractores y también para la camioneta en la que viaja todos los días desde la ciudad capital hacia el Este de San Juan. Otro grave problema es que se pierde mucho tiempo para abastecerse de este líquido elemental, o se va en horas infrecuentes (de madrugada o en plena siesta) a cargar, dejando la finca sin control o quedando el sin el descanso merecido ante tan rudo trabajo.

También nos comentaba que antes los fertilizantes y agroquímicos los conseguía a cuenta, sin problemas, y así iba produciendo con el dinero que tenía disponible; ahora en cambio debe pagar de contado, para cargar la camioneta con los insumos. Obreros, es el tema, y en especial en cuadrillas para ajo, una actividad que demanda mucha gente. Sobreprecio para asegurarse las mejores cuadrillas, traslado diario a la propiedad rural, seguros, papeles para tener todo sin problemas de inspecciones, comida en la finca y la lista sigue para que pueda contar con la cosecha asegurada. Todo un problema.

Certificación, un ítem que destacó muy necesario para poder trabajar en las grandes ligas, todo un costo para el productor.

Hasta de la necesidad y el costo mensual de los celulares y el miedo de llevar la computadora portátil encima de la movilidad, estuvimos hablando con este agricultor que fue asaltado varias veces y no quiere dar su nombre ni que se publique su foto en el diario. Una mezcla compleja para llegar a obtener un buen producto.