Compromiso. El entrenamiento constante es clave para los integrantes de la brigada y es el espacio en el que decantan las habilidades que cada miembro desarrolla. 

Pueden integrar el mantenimiento de planta, el área de ingeniería, pertenecer a una empresa contratista o desempeñarse en el truck shop. No importa a dónde pertenezcan, cual boyscout, deben estar siempre listos ante la necesidad. Este es el espíritu de la Brigada Voluntaria de Veladero, integrada por 72 personas de diferentes áreas de desempeño en la mina, preparados para dar una primera respuesta ante una situación. 

La idea es que ocurrido un suceso entre las más de 10 mil hectáreas que tiene Veladero, un incendio por ejemplo, quienes estén más cerca puedan asistir hasta tanto llegue la brigada de emergencia y el resto de los integrantes de la brigada voluntaria. Es ley que en el momento que se active la emergencia, todos deban estar disponibles.

“Es importante destacar que se trata de gente que por iniciativa propia hace esta tarea y toma parte de su tiempo para capacitarse como tal, por lo que hay que agradecer a sus supervisores y compañeros que apoyan la iniciativa desde su lugar para que lo haga”, explicó Leonardo Toia, supervisor senior del área de prevención de riesgos a la que pertenece la brigada de emergencia.

Los voluntarios se capacitan y entrenan los lunes y sábados, en horario de 8 a 12. Entre los temas que abordan están incendios, manejo de materiales peligrosos, rescate vehicular, con cuerdas y en lugares confinados, manejo de traumas y estructuras colapsadas. 

A su vez, cada tanto tienen reuniones con una psicóloga experta en emergencias, por eventos que puedan llegar a surgir que requieren de una preparación en cuanto al aspecto emocional.

Quienes ingresan al voluntariado, ya con dos capacitaciones pueden ir aportando algo desde su lugar. Pueden delimitar una zona que en determinado momento resulte peligrosa para su circulación o estar transmitiendo información por radio a los brigadistas. 

La idea es que desde el inicio se asuma un compromiso a cumplir que se irá consolidando con el tiempo y la preparación. Entre los que llevan más tiempo, en la práctica trasciende para qué tienen mejores habilidades y se potencia ese aspecto. 

“Ocurre que algunos demuestran ser más aptos para manejo de traumas por ejemplo, entonces durante el año tratamos de que asistan a alguna capacitación específica sobre el tema”, agregó Toia.

Lo interesante del voluntariado es que además del rol que representa en cuanto a seguridad dentro de la mina, es la posibilidad laboral que genera post Veladero. Son varios los casos entre quienes pertenecieron a la brigada y luego dejaron Veladero, que se dedicaron luego a emergencias cuando su rol en la mina era otro.

“Una empresa contratista que trabajó para Veladero, luego ganó una licitación en el Sur porque presentó dentro de su propuesta a un pequeño equipo de voluntarios, esas son bases que se forjaron aquí y nos hacen sentir orgullosos”, nombró Toia entre los ejemplos.

El otro plus es la asistencia que puedan brindar en San Juan o la ciudad a la que pertenezcan en base a sus conocimientos, colaborando en accidentes u otras situaciones. Para 2020 el desafío de los brigadistas será concretar capacitaciones en rescate de cuerdas, vehicular y para voluntarios. 

  • Los inicios

La brigada de Veladero se conformó el 25 de mayo de 2013, con la gente que empezó a subir a cordillera para ampliar el campamento. Se organizaron en forma voluntaria, con un carro en el que trasladaban extintores, palas, cuerdas, mantas y ropa de abrigo, entre otros elementos y según los registros fotográficos de la época. A medida que se fueron montando los edificios y subiendo equipos, comenzó a sumarse gente a la brigada y a brindar capacitaciones para asistencia. Con mayor equipamiento y tecnificación, actualmente existe en Veladero una brigada de emergencias que es la responsable de 152 km de camino minero, más toda el área de operaciones y su campamento. Esta cuenta con un cuartel próximo a la mina, con 8 personas fijas con turnos y contraturnos de 4 personas (2 que hacen recorridos desde Tudcum a la mina y dos fijos en la mina), más el resto de los 72 voluntarios apostados en sus puestos de trabajo.  La brigada dispone de una autobomba y vehículos propios.