El mundo es dinámico, hoy más que antes, las carreras mutan, los sectores y las acciones profesionales también.


Todo eso hace que el profesional del sector agrícola, y su correlación con el agroindustrial tengan nuevos desafíos.


El nuevo panorama para estos profesionales es mucho más competitivo con gran manejo en épocas de crisis e imprevistos, con permanente actualización de tecnologías y conocimientos que le ayudan a su buen desempeño.


El ingeniero agrónomo ahora tiene una alta injerencia en campo y en industrias vinculadas, como por ejemplo bodegas, fábricas de aceites de oliva, de aceitunas en conservas, en industrias lácteas, dulces en general y todos lo que sea generación de valor en la cadena de los productos del campo.


También es de hacer notar que el profesional tiene a cargo los desafíos de cuidados del medio ambiente y velar por el buen uso de todos los recursos naturales de nuestro territorio contando con amplios conocimientos en ciencias como ecología, sustentabilidad y producción e industrialización orgánica de los productos obtenidos. Esto además de tecnología de alto impacto, como es el uso de drones, láser, programaciones de tablet y laptop para riego, fertilización, cosecha, etc.


En la parte de Agronegocios es clave su participación ya que define junto al inversor qué cultivar, como hacerlo y donde y a quien venderlo. La parte de administración de empresas agrícolas es una muy buena oportunidad donde el profesional tiene que tener grandes conocimientos de cómo administrar una compañía, familiar o no, con nociones báscias de contabilidad, derecho, etc, para poder cumplir con las metas del área de RRHH.


Hoy no alcanza sólo con los conocimientos del campo como ser manejo de cultivo en general.


El desafío del nuevo profesional es mucho más complejo y seguirá siendo a medida que se sigan generando los nuevos cambios permanentes de la producción y el consumo.


La producción sustentable de los variados y necesarios productos del campo es su nuevo desafío, generando mayor rentabilidad con utilización más eficiente de los recursos necesarios y asimismo obteniendo alimentos más sanos y con menor o escasa aplicación de diversos insumos fitosanitarios.