En el jardín o balcón encontramos elementos que son necesarios, pero que no resultan agradables a la vista, como por ejemplo: el tender, un galpón, el basurero, caños, tanques, etc. Otras veces queremos ganar privacidad para nuestro espacio, ocultándonos de la vista de los vecinos de la casa de al lado o de los edificios que nos rodean. Los arbustos son la solución ideal tanto para ocultar elementos como para lograr la privacidad. Lo importante es elegir las especies adecuadas para la finalidad y para su correcto desarrollo. Encontramos arbustos de crecimiento rápido, de sol, de sombra, entre otros. Lo cierto es que existe una solución, además esos muros los podemos crear con otros materiales, como las cercas de madera, troncos, mimbres, cañas, rollos de juncos o trillages. Cualquiera de estos recursos nos permitirá ocultar la zona de inmediato. Si la opción son los arbustos podemos utilizar divisores momentáneos hasta que crezcan las plantas.

Recomendaciones útiles

Es muy importante conocer el tamaño de las plantas antes de comprarlas. Éstas se plantan muy cerca una de otra, aunque es un recurso que suele utilizarse, con el tiempo esto resulta un problema, ya que ellas compiten por el agua, los nutrientes y el espacio de crecimiento. A fin de evitar este problema es importante proyectar, medir y conocer las dimensiones de los arbustos antes de plantarlos. No hay que plantar muchos arbustos a poca distancia. Algunas especies no pasarán los 50cm. De altura, pero otras pueden llegar a medir más de 5m.

En todo tipo de cerco es importante respetar la distancia entre la base de una planta y otra. Como esto depende de la especie elegida, debe asesorarse. La regla general de plantación de un cerco, entre planta y planta es 1m a 1,5m. Si son de crecimiento columnar pueden plantarse a 80cm de distancia. En el caso de los cercos mixtos se debe dejar entre 2m a 2,5m.