Si el fenómeno de El Niño afecta este año existen dos escenarios: se presentaría en enero y febrero con tendencia a que desaparezca en marzo o abril o bien que sólo incida en los primeros meses del periodo lluvioso que arranca en mayo próximo, afirmó esta semana el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), al diario La Prensa de aquella nación.
Por su parte, Eduardo Sierra, especialista en agrometeorología de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, anticipó al diario Clarín esta semana que lo que vienen son "fuertes anomalías" y una sucesión de "eventos extremos" por un Niño débil o Modoki en japonés, que pueden castigar una zona y perdonar a otra. En este escenario influye también el calentamiento del Atlántico Sur. Es una características que se viene repitiendo en las últimas campañas, en las que la variable climática creció como factor de riesgo. Todavía falta un trecho largo para el otoño, pero Sierra dice que allí hay algunos signos de que la "Niña" podría tomar la posta, con un aumento en la probabilidad de heladas tempranas y una abrupta caída en el régimen de precipitaciones. En San Juan "El Niño" se caracteriza por violentas precipitaciones en lugares puntuales.
