asta el próximo 1 de septiembre,
30 fotos de trabajadores
mineros de Veladero
y Lama, a cargo de
Barrick, son expuestas en el Museo
Provincial de Bellas Artes Franklin
Rawson (MPBA). La muestra
es el resultado de un taller que se
dicta en la mina desde hace un año
y que transformó el hobbie de estos
mineros en una pasión.

Dirigido por Javier Cerimedo, fotógrafo
y realizador audiovisual, el
taller forma parte de las alternativas
artísticas que se brindan en el
yacimiento. Además de fotografía,
también tienen la posibilidad de
elegir entre teatro o música. En
cualquiera de los casos, las clases
se dictan una vez por semana y a
las 20.30, el horario en el que los
trabajadores tienen su descanso.

“Depende de las rotaciones que tienen
los empleados y su régimen de
trabajo, así que la cantidad de
gente siempre fluctúa, por lo que
en promedio contamos con 15 personas
que van rotando”, explicó Cerimedo.
Según el profesional, todo surgió
como iniciativa de la administración
de campamento con el fin generar
un espacio de recreación
para los trabajadores. El área de
comunicaciones, por su parte, fue
la encargada de materializar la exposición
en el Franklin. Bajo el
nombre “Mineros, otra mirada”, la
exposición intenta transmitir la vivencias
del minero tomando como
premisa los conceptos de trabajo y
tiempo libre.

En el taller, los participantes aprenden
nociones básicas de fotografía
como enfoque, encuadre, luz, profundidad
de campo, uso del diafragma,
velocidad y otros. Lo interesante
es que estas nociones
pueden ser aplicables a la cámara
con la que cuenta cada uno. Así,

hay quienes empezaron con la cámara
del celular y terminaron comprando
la réflex o quienes despuntan
el vicio optimizando al máximo
las alternativas de su cámara digital.

A esto se suman las salidas a campo
para poner en práctica lo aprendido
y adiestrar la creatividad de los fotógrafos.

Los encuentros se efectúan
en San Juan, para que puedan
participar cada vez que “bajan” de
la mina y así lo deseen. “Aprendemos
a educar el ojo, porque en esta
tarea todo se trata de la mirada y
desde allí la impronta y creatividad
de cada uno” detalló Cerimedo.
Según la fuente, la fotografía se
convirtió entre estos trabajadores
en un medio de expresión y eso es
lo que puede verse plasmado en la
muestra: “Verdaderamente manifiestan
el ser de cada uno. Un ejemplo
es el de Pablo de la Rosa, uno de
los expositores, quien vive sacándole
fotos a la hija y la verdad que
son buenísimas. Tiene que ver con
lo que él disfruta haciendo en su
tiempo libre que es estar con su familia.

Otro caso es el de Pablo Lara
quien practica parapente y quien
para la muestra presentó una captura
de Go Pro, que es una filmadora
ubicada en los cascos”, contó.

Para lo que resta del año y por la repercusión,
el desafío será incorporar
a más gente al taller generando
nuevas motivaciones para que muchos
más disfruten de la fotografía.