“Los que hoy vinieron son todos buenos amigos. Eso es lo mejor”, así definió Guillermo Preisz su fiesta de cumpleaños. El ingeniero sanjuanino, referente ineludible de la actividad minera desde lo académico, festejó sus 80 años en un almuerzo donde primaron la familia y la amistad. Fiel a su carácter, sonrió durante toda la jornada y contó anécdotas de su vida que lo reflejan como un personaje más que interesante, no sólo para la minería, sino también para los deportes como las bochas.

El almuerzo tuvo lugar en el camping El Horizonte de Marquesado, los administradores del lugar también fueron los encargados del servicio de catering. La torta del festejo fue realizada por María Eugenia de Devetere. El diseño de la misma era similar a una montaña, ícono de la vida minera del ingeniero Preisz.

También los souvenirs reflejaron la gran pasión de Preisz. Cada uno de ellos era un pequeño casco de minero posado sobre una roca.

La esposa de Preisz, Susana Deponte, comentó que Jaime Bergé llamó desde Buenos Aires, lugar donde reposaba luego de haber recibido un transplante de riñón, para saludar a Guillermo. “La verdad que me alegró mucho que Jaime lo saludara, y por supuesto saber que él se encuentra mejor”, afirmó la mujer.