Foto satelital actual de la cordillera de los Andes en el tramo que conforma la cuenca derrame sobre el río San Juan. Imagen Modis -NASA- del 16 de mayo 2020.


Tal como se venía rumoreando en el sector agroindustrial, Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO está en condiciones de confirmar, mediante un informe científico, que durante la próxima década el derrame por el río San Juan será inferior al necesario para afrontar las demandas de la agricultura, la industria, urbano y el consumo humano.


Así lo afirmó el doctor Oscar Dolling, investigador y director del Programa de Gestión Integral de Cuencas Hidrográficas de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, informe que compartimos a continuación.


Esto nos obliga a pensar al menos aspectos claves de la agricultura toda:

  • Por un lado la necesidad de extremar los cuidados en el uso y aprovechamiento del agua y profundizar las inversiones destinadas al riego con aguas subterráneas.
  • Determinar ciclo tras ciclo cuánto, cómo y dónde se va a regar en los oasis sanjuaninos mediante relevamientos a campo, satelitales o con el uso de drones.
  • Potenciar las inversiones en investigación, innovación y desarrollo de tecnologías que permitan acciones como la "cosecha del agua ambiental" y/o aprovechamiento de aguas residuales.
Historia. En este relevamiento satelital de un año normal, contrasta con el año seco actual. Imagen Modis -NASA- 19 de mayo 2017.


CAUSAL

Según el doctor Dolling, "si nos remontamos al año 2000, hemos tenido apenas un par de ciclos con derrames normales y suficientes en el río San Juan. Uno fue el ciclo 02-03 y luego 05-06. Campañas con bonanza por así decirlo, cuando escurría en promedio 2.000 hectómetros cúbicos de caudal, superando en el 05-06 los 3.500 hectómetros cúbicos aproximadamente". 


"Acá hay un solo causal que tiene dos efectos", explicó el investigador agregando: "La fuente de energía y calor que modera la atmósfera y moviliza los mecanismos de evaporación en los océanos".


"Lo que sucede en el Sol es lo que nos sucede en el clima acá en la Tierra. Es el motor del clima. Es simple", indicó explicando "por ello las manchas solares son las que nos indican lo que nos sucede".


Y afirmó: "Hoy el Sol está en un momento de actividad muy baja. Los fenómenos solares, especialmente los que llamamos manchas solares, son deformaciones cíclicas del campo magnético solar, plasma que está en rotación permanente". 


"Este fenómeno, producido cada 11 años, genera la deformación de los campos magnéticos. Donde sale el campo magnético y vuelve a entrar y atraviesa el plasma, provocando lo que denominamos mancha, llamada en inglés 'spot'", comentó.


"Estas manchas solares producen una umbra y una penumbra. La penumbra sería la sombra o negra. La zona de umbra es la que produciría una mayor radiación solar que si no estuviera la mancha", indicó el investigador.


"Según estudios de la NASA, a mayor cantidad de manchas solares, mayor es la incidencia de la radiación solar sobre la Tierra. Esta radiación solar son megavatios de energía que atraviesan la atmósfera e incluso los océanos y está relacionada con la evaporación de los océanos; e incluso con los ciclos climáticos", indicó Dolling agregando: "A mayor cantidad de manchas, mayor radiación en la atmósfera, mayor es la evaporación de los mares y mayores son los movimientos de las masas cargadas de humedad".



POCAS MANCHAS

"Al ser un año de poco movimiento el año pasado, no hubieron casi manchas solares, el motor del clima está como parado", afirmó el investigador agregando: "Este año están comenzando a aparecer manchas solares, por ejemplo, en lo que va del 2020 ya hay un promedio de 3,4 manchas solares de enero a abril; cuando en el mismo ciclo hubieron años de 70 a 80 manchas solares".


Según Dolling, "hay años picos de actividad solar que marcan picos de 250 manchas solares por mes. Estamos en una época de actividad solar muy baja. Son ciclos anidados en otros ciclos de 50 y 100 años. Si nos remontamos a la historia de las manchas solares, podemos equiparar lo que sucede ahora con lo sucedido en mayo del 1810, en plena independencia de la Patria. Donde hubo otra sequía extrema en San Juan".


EN NÚMEROS

  • 78  por ciento del escurrimiento promedio de la última década del río San Juan se usó en riego agrícola.
  •  por ciento se perdió por evaporación. Es decir que perdemos por evaporación 100 hectómetros cúbicos.
  • 6  por ciento de los 1.300 hectómetros cúbicos derramados en promedio en la última década
  •  por ciento solamente ha salido por el sistema de distribución al curso natural de derrame histórico.