En estos días, no se consiguen obreros en el campo, y es un serio cuello de botella para seguir adelante con el calendario anual. Tareas de temporada como las siembras directas de ajos, como también los transplantes de cebolla, las arrancadas de bulbos, la labor de emballenada y el envasado de las bolsas de estas hortalizas, están cotizando -pareciera- en pizarras de Wall Street. Es que a la tradicional falta de cuadrillas del Norte argentino, por varios motivos, y a la gente local que prefiere planes del gobierno a trabajar como Dios manda, se sumaron en las últimos 15 días lluvias que perjudicaron seriamente al productor, al no poder ingresar a sus fincas a realizar las cosechas de uvas, siembras hortícolas ó siegas de pasto.Ejemplo de ello, es que para arrancar cebolla, y embolsar, para cargar camiones a diversas provincias argentinas y a Brasil, los jornales de 8 horas, por persona están a $ 2.000, $2.500 y mas según rendimiento manual. En el caso de cosecha de aceitunas, y frutas como membrillos de estación, se están consiguiendo unos muy buenos pesos por día, cada cosechador. Pero son números atractivos para la poca gente "que se agacha", y el productor no tiene tanta alegría, como se reflejó en la nota del sábado 27 de marzo, donde los tomateros dicen que $ 8 por kilo, en varias cuotas, no les alcanza, dado que insumos básicos de este cultivo agroindustrial, son dolarizados.Otro aspecto a considerar, es la falta de insumos, que se está dando más cada día y esto cambia el humor de los productores. Fertilizantes de marcas desconocidas, herbicidas también, falta de alambre, clavos, cubiertas para camionetas, camiones y tractores, artículos básicos de ferretería, filtros, elementos tradicionales de riego por goteo y otros. Esto sumado a las continuas subas de los combustibles, que motorizan el campo en todas sus formas, hacen un panorama que, a pesar de buenos precios por kilo de lo que sea, pagados al productor, no muestren un futuro tan alentador como pareciera.


Los precios son buenos, pero los gastos son muchos, aseguró un chacarero del Médano de Oro, que hizo lotes de zapallo tipo Anco, dijo que este año se vieron rendimientos buenos y pocas lluvias en enero, pero las tareas semanales y la gente están imposibles de aguantar.