Con la ayuda de la marea alta, una flota de remolcadores consiguió arrancar la proa abultada del buque portacontenedores Ever Given, del Canal de Suez. El barco, tiene el tamaño de un rascacielos, fue movido de la orilla arenosa del canal, donde había quedado firmemente atascado. Después de arrastrar el buque, de 220.000 toneladas y completamente cargado, por encima de la orilla del canal, el equipo de salvataje lo arrastró hacia el Gran Lago Amargo.