A la una, a las dos y a las tres: desierto. Ese fue el veredicto del martillero ante la primera licitación que se hizo de la minera San Esteban, donde se encuentra la mina San José, donde el año pasado quedaron atrapados los 33 mineros chilenos que finalmente pudieron salir con vida, noticia que recorrió el mundo con su impacto. Al parecer no hubo interesados dentro del sector minero chileno para hacerse cargo de la mina que el año pasado fue el centro de las miradas ante la vigilia y el rescate de los mineros atrapados.
Fuentes del Ministerio de Minería del país trasandino dijeron off the record que existen algunos interesados, pero que el valor por el cual se licitaba resultaba “muy alto todavía”.
Por ese motivo, la junta de acreedores se reunió y deicidió reprogramar la licitación del remate por los terrenos y derechos de agua de la minera San Sebastián para el día 29 de este mes. De acuerdo al abogado del acreedor, Holvoet, y el ex síndico de quiebras, Rodrigo Albornoz, el mínimo por las tierras sería de aproximadamente 170 millones de dólares “porque la lógica es que a partir del precio mayor que los interesados proponen se empiece a rematar”, comentó. Esto toma mucha relevancia ya que el mínimo de la ocasión anterior era de 300 millones de dólares. La amplia disminución del valor se debe a que no se realizó ninguna puja por hacerse de los derechos de la conocida mina.
Por su parte, los derechos de agua, cuyo monto base fue de 600 millones de dólares en el remate anterior, tendrán que esperar un tiempo para su redefinición. “Se va a encargar un estudio para demostrar que, además de los títulos, efectivamente hay presencia de agua para ser utilizada, lo que le dará seguridad a quien se los adjudique”, señaló el abogado. Según señalaron fuentes de la empresa minera San Sebastián al medio chileno Estrategias, será la propia compañía quien se encargue de vender las pertenencias mineras. Sin embargo, indicaron que “todavía no hay un proceso en curso con ningún grupo”.
La mina San José, ubicada en la región de Atacama, saltó a la fama el 5 de agosto de 2010 cuando luego de que colapsara su ingreso principal, 33 mineros quedaran atrapados a 700 metros bajo tierra. El mundo estuvo pendiente de lo que ocurría en la mina chilena ya que los equipos de emergencia no podían comunicarse con los trabajadores. Previendo que los trabajadores mineros habían corrido la peor suerte, el día 22 de agosto los mineros enviaron una nota atada a una sonda donde podía leerse: "Estamos bien en el refugio, los 33". Luego, profesionales de todo el mundo (incluida la NASA) realizaron distintos estudios para determinar la manera más conveniente de sacar a los mineros de la mina San José. Finalmente el ministro de Minería de Chile, Laurence Golborne, anunció el 13 de octubre que descendería la cápsula Fénix para rescatar a los trabajadores. Tras 24 horas de trabajo sin descanso, todo el mundo fue testigo del salvamento exitoso de todos los mineros.