Empieza la campaña internacional que celebra la firma del Manifiesto de Slow Food que tuvo lugar en París en diciembre de 1989: es una ocasión para hablar sobre los muchos objetivos que hemos alcanzado y para observar los desafíos del futuro.


Han pasado 30 años de ese fin de semana de diciembre de 1989, cuando en París los delegados que representaban a 15 países del mundo firmaron el Manifiesto de Slow Food en un acto que aprobaba formalmente el nacimiento del movimiento internacional del caracol, una organización que hasta entonces había permanecido dentro de las fronteras italianas. Hoy, la bandera de Slow Food ondea en 160 países de todo el mundo y cuenta con más de un millón de socios, voluntarios y activistas. 


"Pensamos en esta campaña porque nos parecía correcto celebrar un cumpleaños tan importante, pero sobre todo porque estos treinta años nos ofrecen la oportunidad de contar a todo el mundo cuántas cosas hemos logrado hacer y cuánto ha cambiado el mundo de la alimentación gracias a Slow Food. Y esta historia, que esperamos que llegue a muchas personas, no es más que el primer paso de nuestro futuro: el año 2020 marcará momentos clave en la historia de Slow Food. Se abrirá una década en la que se pedirá a todos los seres humanos que realicen ese gran cambio que necesitamos para salvar a nuestra especie de la extinción", explica Carlo Petrini, presidente de Slow Food.


Con la campaña internacional 30 años del Manifiesto de Slow Food: nuestra comida, nuestro planeta, nuestro futuro (https://www.30ym.slowfood.com/es/) que se celebrara del 1 al 10 de diciembre, la red de Slow Food transformará las celebraciones en cientos de eventos en todo el mundo abiertos no sólo a los socios de Slow Food, sino también a todos aquellos que hayan recorrido un trozo de su camino junto a nuestro caracol, así como a todos los que quieran unirse al camino que todavía tenemos que emprender. "Con estas iniciativas queremos mirar hacia el futuro no solo de Slow Food, sino también de la alimentación y de la propia la vida en el planeta", continúa Edie Mukiibi, miembro del comité ejecutivo internacional de Slow Food. "En el último Congreso Internacional de Slow Food celebrado en otoño de 2017 en Chengdu (China), se estableció que la lucha para garantizar que todo el mundo tenga acceso a alimentos buenos, limpios y justos era una de nuestras prioridades más importantes".