En el año 2016 el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica (integrado a partir de una tasa que se aplica sobre la venta de nafta y GNC) originó recursos por 3.421 millones de pesos (sumando intereses ganados).
La Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura (Ucofin), dependiente del Ministerio de Hacienda de la Nación, informó que el año pasado se destinaron 610 millones de pesos a las provincias y municipios para abonar obras en curso, mientras que otros 502 millones de pesos fueron asignados al Plan Federal de Control de Inundaciones.
Es decir: en 2016 apenas un 15% de los fondos recaudados por el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica fueron destinados al control de inundaciones en zonas agropecuarias encargadas de producir la principal fuente genuina de divisas de la economía argentina.
En 2016 apenas se aprobaron solamente tres nuevas obras para ser financiadas con los recursos del Fondo de Infraestructura Hídrica. Se trata de la readecuación de redes pluviales existentes y construcción de una estación de bombeo Villa Alcira (Bernal Este; Buenos Aires) por 2.100.397 pesos; la ampliación de desagües pluviales en Villa Luján (Buenos Aires) por 2.863.619 pesos; y reparaciones de la defensa sur de Concordia (Entre Ríos) por 17.577.056 pesos.
En 2015, de los 2042 millones de pesos recaudados por el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica, la gestión kirchnerista destinó 735 millones (36% del total) al Plan Federal de Control de Inundaciones.
La mayor parte de los recursos del Plan Federal de Control de Inundaciones se emplean para realizar obras del Plan Maestro Integral del Río Salado, la regulación de la cuenca santafesina de La Picasa, Arroyo del Rey (Conurbano bonaerense) y Presa Embalse el Bolsón sobre el Río Albigasta (Catamarca).