Estaba siempre alegre, más allá de que con el tiempo y su humildad característica, llevó su sabiduría por donde anduvo. Campechano, como diríamos en el grupo de amigos: "jodón", era imposible aburrirse estando a su lado. Llegó a San Juan en 1964 cuando se inauguró el INTA en Pocito y había que hacer patria y armarlo. Ingeniero agrónomo de profesión, nacido en Santa Rosa (Mendoza), se aquerenció rápido y además de formar parte del grupo de técnicos que organizaba actividades sociales y deportivas con todos los integrantes de la entidad, trabajó en clubes de rugby, natación y en actividades de montaña, con las guanaqueras. También participó en el Movimiento de Cursillistas. En el INTA local, se destacó por especializarse en control de malezas y uso de agroquímicos; al final de su carrera, fue director. Posee el lauro de ser el único ingeniero agrónomo becado a Japón para trabajar en desarrollo social productivo. Los últimos años se dedicó a asesoramiento de olivos con una consultora familiar. Asimismo estaba en comisiones, consejos y grupos de diversas actividades. Fonte... ¡¡¡te hiciste querer y por ello te vamos a extrañar mucho!!!