Una subida importante de precio en la bolsa de la cebolla, en Jáchal, ocasionó que muchos agricultores que estaban desanimados y desencantados con el año agrícola en el departamento, y salgan a buscar cuadrillas para embolsar.
Es que a esta altura del año, con 10 grados bajo cero, este miércoles pasado, con un verano lluvioso como indican los norteños, y poco movimiento en el mercado de este bulbo, los $25 y también $28 a los que llegó la bolsa trajo una esperanza a ese sector.
En diálogo con algunos chacareros de la zona de Pampa del Chañar, comentaron que "de nada sirve que llegue hasta los $30 si no hay cebolla en cantidad, la mayoría está podrida por las lluvias". También indicaron que "es muy poca la cantidad de cebolla existente en este momento en Jáchal, se vendió temprano y se esperaba para media campaña, digamos abril-mayo una suba importante que nunca se dio".
Otros aseguraron para el lado de San Isidro, "aquí llovió más de 200 milímetros un domingo en febrero, y eso afectó seriamente la conservación de la cebolla, entonces ahora cuando destapamos las pilas, de 10 bulbos se salva 1 o 2 en buen estado".
Según los registros meteorológicos de la estación que en la escuela Dr. Videla Cuello instaló la Barrick para conocer científicamente los datos del departamento, el 13 de febrero llovieron 212 milímetros y eso hoy les está pasando factura a los productores.
Además, en el verano totalizaron 507 milímetros de lluvia, lo que es incomprensible para este sitio de San Juan donde según los pobladores dedicados al agro no pasaba de 100 milímetros en total, en 12 meses calendario.
En la zona de El Fical y La Otra Banda, también aseguraron que quedaba poca cebolla para embolsar y que los ánimos de los productores están por el piso, entre lo poco cosechado, los precios de la venta y la forma de pago.
Agreguemos que el olivo, el membrillo, el tomate y otros cultivos de los norteños han sido afectados por heladas, vientos Zonda y falta de agua por la sequía que impera en la provincia y en general esto trae acarreado que no hay mucho interés en dedicarse a plantar nuevamente, ni a cuidar los montes perennes.

