“La rueda de un Caterpillar puede fabricarse en el país”, dijo Alejandro Donna, gerente general de la Cámara Argentina de Servicios Mineros (CASEMI), en una entrevista a CUYO MINERO en su última edición y con respecto a la sustitución de importaciones en la minería. La respuesta sobre uno de los íconos indiscutidos de la industria da lugar a reflexiones sobre cómo se percibe el tema de la sustitución en el sector. Y un fragmento de la misma entrevista lo ilustra con suma claridad: ¿Puede fabricarse el país? Sin duda alguna, Argentina tiene el potencial para hacerlo. Habría que evaluar qué pasa con la garantía del fabricante de un camión que vale 2 millones de dólares, si la rueda tiene un desperfecto y la unidad sufre una avería. ¿Quién, cómo y en qué tiempos puede fabricarse? No se sabe, está en evaluación. ¿Es rentable? Tampoco se sabe y también se evalúa.
Al margen de la comparación, este es un poco el mecanismo que prima por parte de operadoras y proveedores mineros en particular, al momento de abordar la sustitución de partes, piezas y bienes de capital, por otros de origen nacional. Resulta complejo en el corto plazo en el marco de un modelo económico que prioriza la industria nacional y que por ello, redujo el ingreso de lo importado casi a la mínima expresión. Las opiniones son dispares al respecto y hay posturas encontradas entre si la sustitución de importaciones representa una oportunidad o una desventaja para la industria minera.
En el ambiente nadie desconoce que el impulso a la industria nacional podrá, eventualmente, movilizar la economía, generar desarrollo y nuevas fuentes de trabajo. Sin embargo, la gran incógnita es el plazo en el que la ingeniería argentina podrá dar respuesta a la demanda de una megaindustria. La realidad es que faltan insumos en diferentes rubros, aún cuando haya varios ejemplos exitosos (ver página 15). Elementos de seguridad, válvulas, bombas, tornillería, piezas de caucho, elementos de fundición ferrosos y no ferrosos, repuestos para perforadoras y grandes maquinarias, forman parte de una extensa lista de productos inexistentes en el mercado nacional.
Si bien se avanzó bastante en lo que al tema se refiere y se aceleró el proceso luego de que la Secretaría de Minería de la Nación, por Resolución 13/2012 publicada en el Boletín Oficial, estableciera la obligatoriedad de sustituir, aún queda mucho por hacer. Así lo reconoció el propio Axel Arancibia, coordinador general de la Mesa de Homologación Minera, entidad que bajo la órbita de la cartera minera nacional, tiene en la sustitución de importaciones su bandera insignia.
“El área de sustitución de importaciones en la industria minera está totalmente verde, o sea, lo hecho es muy bueno y ha generado antecedentes para ver que se puede trabajar con empresas argentinas. Pero con respecto al total de la sustitución, estamos esperando para los próximos 18 meses, estamos lejos de la expectativa”, dijo al respecto Arancibia.
Según la fuente, el rubro de la metalurgia con la producción de repuestos para distintas maquinarias es el más desarrollado con respecto a otros. Ahora el desafío es propiciar el desarrollo de empresas de ingeniería para la producción de piezas, insumos y repuestos que deberán fabricarse en el país.
La otra cara
La restricción al ingreso de las importaciones complejiza el proceso de sustitución porque gran parte de los bienes y servicios que se brindan a la minería usa materias primas e insumos que llegan desde el exterior. La preocupación es creciente y el tema lidera la agenda del ambiente minero local desde las últimas semanas.
“Hay inconvenientes en algunos elementos de seguridad personal como unas pastillas especiales para el detector calorimétrico de dióxido de carbono, que dejaron de ingresar y no tienen sustitución por el momento. Es grave, ya que todas las unidades que suben a la mina deben contar con esas pastillas porque permiten determinar el oxígeno que queda disponible en la cabina en caso de que el vehículo quede varado en la nieve. Pasa los mismo con telas térmicas para indumentaria de nuestro personal porque hay demoras en la entrega”, contó Ariel Araya, de la división de logística y transporte de Grupo Pueyrredón, una firma que provee gasoil minero.
“Hacemos consultoría para la ingeniería en general de las mineras, al hacer el proyecto proponemos al cliente algunos equipos a comprar. Si bien hoy por hoy no nos toca, muchos de los equipos no se producen en Argentina, como bombas o tuberías. No hemos tenido inconvenientes, pero puede que surjan porque muchos equipos son a pedido”, explicó Mariano Mut, de JRI Argentina, miembro de la oficina técnica de esta empresa de ingeniería dedicada a la consultoría.
“Tenemos problemas desde el punto de vista logístico, como barras, aditivos, herramientas. Si bien ahora tenemos stock porque previmos este problema, para enero del año que viene estaremos en cero y con los costos triplicados”, señaló Andrés Arredondo, del área de logística y recursos humanos de Grupo Synergy, una exploradora junior.
Sea que se trate de una instancia de planificación, exploración o de provisión de servicios para un yacimiento minero en explotación, la situación es la misma y los ejemplos se expresan por sí mismos. Así pudo palparse en la última edición de la exposición minera internacional “San Juan: Factor de desarrollo de la minería”, realizada recientemente en la provincia. Ni hablar de los debates candentes que se generaron en el ámbito de las “II Jornadas de Ingeniería y mantenimiento” de la expo, donde la mayoría de los participantes fue a estas jornadas en busca de alternativas. Más de una vez los disertantes debieron agudizar sus argumentos en la intención de dar respuesta a quienes estaban del otro lado, expectantes.
Este fue el caso del panel integrado por Mauricio Sinelli, miembro de la gerencia de producción técnica de Minera Sierra Grande; Carlos Gómez, de IDN Empresario, firma especializada en proveedores locales para las jurisdicciones mineras del país; José De Castro Alem, gerente general de Sales de Jujuy, y Gabriel Paganini, gerente de GEA Servicios Mineros SRL.
Si bien los panelistas asistieron para contar sus experiencias respecto de la sustitución, y de hecho lo hicieron, la dinámica del encuentro viró en analizar los casos de muchos de los presentes y derivó en sugerencias orientativas que se publican en esta edición. Información, planificación e indicadores concretos sobre lo que hace falta, más que sobre lo que se ha sustituido, estuvieron entre los ítems. Es que ante este panorama ya no se trata de buscar responsables, sino acciones concretas, y en esto tanto el Estado como las operadoras mineras y sus proveedores tienen por delante la exigencia del trabajo conjunto e inmediato.