Es la estación de la transición, en la que se combinan las floraciones de fines de verano con las de la nueva temporada. Los árboles, arbustos y enredaderas de hojas caducas cambian sus verdes por rojos intensos, rojos anaranjados, ocres y amarillos brillantes antes de dejar caer sus hojas. Como en el resto del año, en esta época el jardín y las plantas requieren tareas específicas. Pero luego del clima aterrador hay muchas tareas que se deben hacer antes que llegue el frío intenso. Toma nota:

Sembrar herbáceas perennes: Las que sembremos en esta estación serán más robustas que las de primavera y, además, florecerán ese año. Algunas opciones: gallardia, amapola, nomeolvides, amapola, espuela de caballero, lupino y gaura. También, las anuales de asiento antes de que la tierra pierda el calor: arvejillas, alelí de Mahón, caléndula, coqueta y aliso.

En los canteros: Sacar de raíz las herbáceas enfermas. Limpiar planta por planta, quitar las flores marchitas, las hojas secas y la gramilla entremezclada. Cuidar de no dañar con la pala los bulbos de primavera que aún no han brotado. No podar las gramíneas, la hortensia y el sedum. Incluso secos, tienen valor ornamental.

Cambiar el régimen de riego: Regar a la mañana temprano o al atardecer y disminuir los riegos a medida que el calor cede.

Planificar los nuevos canteros: Comenzar a preparar la tierra quitando las malezas, nivelando si es necesario e incorporando compost (en suelos muy compactos, agregar 50% de arena gruesa y 50% de compost).

Realizar la plantación de bulbos:  Son los de floración invierno-primaveral como anémona, fresia, ixia, jacinto, múscaris, marimonia, alstroemeria, narciso, sparaxis, tulipán y vara de San José. Proporcionarles un suelo bien drenado para que no se pudran. Si el sustrato es pesado, agregar en la base materiales que faciliten el drenaje, como arena de río o pedregullo. En el momento de plantarlos, los bulbos deben estar firmes al tacto y sanos. No regarlos hasta la brotación para evitar la podredumbre.

Dividir las herbáceas si es necesario: Hacer nuevas plantas a partir de matas de calas, hemerocalis, agapantos, achileas, ásters y salvias. Separarlas y abonarlas en el momento de volver a plantarlas. Realizar esta tarea antes de las heladas.

Para tener el césped verde en esta época: Recurrir a la resiembra otoñal antes de que lleguen los fríos intensos. La resiembra consiste en utilizar variedades de césped que tienen ciclo otoño-invernal, como el rye grass anual (Lolium multiflorum) o el perenne (Lolium perenne). Paso a paso: 1) Erradicar todas las malezas de hoja ancha. 2) Nivelar en los sectores donde haya pozos. 3) Fertilizar con DAP (fosfato diamónico) en una proporción de 2kg cada 100m2. Resembrar con una mezcla de rye grass perenne y anual en una proporción de entre 4 y 5kg cada 100m2. 4) Regar. 5) Realizar el primer corte entre los 14 y 21 días posteriores.


 

 Fines del otoño 

* Comenzar la plantación y el trasplante de árboles y arbustos de hoja perenne. Los de hoja caduca a raíz desnuda se plantan a partir de mayo (fines del otoño), como los sauces y algunos álamos.

* Algunas especies poco resistentes deben mantenerse en lugares protegidos. Las alegrías del hogar, los geranios y las aljabas deben colocarse en sitios poco expuestos a las heladas o cubiertos con tela antihelada.

* Trasplantar las coníferas que se prepararon en febrero o marzo (cortar las raíces en la mitad de la proyección de la copa). Hacerlo con mucho cuidado antes de que se enfríe el suelo.

* Realizar una poda de limpieza en las enredaderas que florecieron en el verano: jazmín de leche, jazmín de Chile y jazmín del cielo, entre otras. Podar sólo las ramas que ya florecieron. También, las viejas en los geranios y malvones.

* Trasplantar a macetas más grandes los ejemplares que necesiten desarrollar mejor sus raíces. La tierra nueva que se agregue debe ser en su mayoría lombri compuesto o compost.

* Recolectar hojas secas de roble para acidificar los canteros y no cortar los escaramujos (frutos) de los rosales, dos consejos para tener en cuenta en otoño.

* Se recomienda empezar a preparar protecciones de plantas sensibles al frío.

* Agregar compost a las jardineras y macetas cuando llegan los primeros fríos.

* Hacer una poda de limpieza sacando ramas secas y quitando las guías mal ubicadas. En caso de ser necesario, atar las enredaderas que florecen en primavera: jazmines de leche, azórico, etc. No cavar profundo para no dañar las raíces, airear y agregar compost o humus. Conviene no retrasar la poda de los cercos de ligustrina, abelias y laurentinos, para darles tiempo a rebrotar antes del invierno.

* Los bulbos de dalias pueden dejarse en la tierra. Dividirlos recién después de la primera helada. Guardarlos en un lugar seco hasta la primavera.

* No plantar las especies sensibles a las heladas. Dejarlas para la primavera.