La Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) espera el calor del verano.

No para entrar en vacaciones, sino porque verdaderamente en esta época del año comienzan sus tareas de análisis y colaboración en desarrollo. Durante los primeros meses de 2012, el organismo japonés realizará el aporte de interpretación de imágenes ALOS (de tecnología japonesa) para conformar el inventario de glaciares que iniciará el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) denominado “Inventario de glaciares en los Andes Argentinos usando imágenes de alta resolución ALOS (Advanced Land Observing Satellite)”.

“El proyecto general es sólo uno, pero el JICA cubrirá cuatro áreas: Cordón del Plata (Mendoza), Tronador (Río Negro), Río Turbio (Chubut) y Río de las Vueltas (Santa Cruz)”, explicó Juan Carlos Yamamoto, vicerrepresentante residente de JICA en Argentina.

Las imágenes ALOS son de muy alta resolución. Estas permiten obtener datos de gran precisión que resultan por el momento insuperables en comparación con cualquier otro tipo de imagen para el estudio de glaciares.

“Hay que entender que se trata de una tecnología que no se maneja bien actualmente y además es muy, pero muy costosa. Es por ello que no está previsto la realización del inventario del todo el país con este tipo de imágenes satelitales”, explicó Juan Carlos Yamamoto. A su vez, el proyecto del IANIGLA se realizará bajo la modalidad nueva de “Envío de Investigadores” dentro de la Cooperación en Ciencia y Tecnología.

El objetivo general de dicho proyecto es producir una mejora sustancial en el conocimiento sobre las masas de hielo de Los Andes en Argentina (ubicación, superficie total, cambios recientes, etc.) a través del uso complementario de las tecnologías más avanzadas de sensores remotos disponibles y detallados estudios de campo en sitios seleccionados.

Fuentes del IANIGLA especificaron que muchas aplicaciones científicas de estos inventarios actualizados también serán una herramienta muy importante para la identificación y delimitación de las zonas afectadas por la legislación aprobada en Argentina para la protección de los glaciares y ambientes periglaciales.

“En complemento con resultados de estudios anteriores, se desarrollará análisis de los recientes cambios en la extensión del hielo, la posición del frente y elevación de la superficie de los glaciares en las cuatro áreas seleccionadas. Dado que estas áreas son representativas de las condiciones en regiones más extensas en Los Andes, estas evaluaciones darán una idea aproximada de la salud general del sistema de glaciares en la Cordillera”, explicó Yamamoto.

Producir un análisis detallado y bien documentado sobre la metodología más adecuada para la identificación, la cartografía y caracterización de las masas de hielo andino con escenas ALOS será una herramienta valiosa para IANIGLA y para otros investigadores en América del Sur que trabajan en el desarrollo de inventarios de glaciares utilizando este tipo de imágenes de alta resolución.

“Está la idea de producir una tesis de doctorado y fomentar la formación de un nuevo estudiante de doctorado en el marco de este proyecto. Esperamos que esto promueva nuevas medidas para mejorar cuantitativa y cualitativamente la capacidad de los recursos humanos que actualmente se dedican al estudio de los glaciares en la Argentina”, concluyó Yamamoto.