La uva es una fruta para todos los paladares: se pueden comer solas, grano a grano. Para los amantes de las tradiciones con pan o acompañadas con quesos. Y como si fuera poco, es un ingrediente tan versátil que es protagonistas de platos dulces y salados. De hecho, el chef Mauricio Tereszko cuenta que es uno de sus favoritos a la hora de las preparaciones con sello localista (no puede ser de otra manera tratándose de "San Juan, la tierra de la uva y el buen vino”). Por eso, cada vez las utiliza más en las propuestas gastronómicas que lleva adelante en su "Posta Chacrita” (salón de fiestas ubicado camino al departamento 9 de Julio).
"Me encanta cocinar con uvas porque es una fruta que sirve para prepara todo tipo de recetas. Por ejemplo, es uno de los tres frutos míticos básicos en la cocina mediterránea, junto con el olivo y el trigo. Pero también da posibilidades de innovar en la cocina”, explica.
Tereszko también la elige por sus múltiples propiedades: es fácil de consumir, tiene un dulzor propio, es nutritiva y a su vez tiene cualidades regenerativas para el organismo. "Las uvas en su estado maduro son ricas en vitaminas A, B, C, contienen azúcar saludable, en particular la glucosa, que es el combustible del músculo y el mismo que contiene el plasma sanguíneo. Contiene la tríada que forma la hemoglobina de la sangre: el hierro, el cobre y el manganeso. La uva es especial por el fósforo que lleva en forma de lecitina. Los últimos estudios científicos han mostrado su eficacia al inhibir o bloquear el crecimiento tumoral, por tanto se recomienda el consumo habitual de uva en caso de cáncer. Estudios recientes ponen de manifiesto que los antioxidantes contribuyen a bloquear el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas, cáncer y el propio proceso de envejecimiento”, argumenta el chef según lo que ha investigado.
Si bien en las fruterías y verdulerías, las venden sin distinguir sus varietales, los conocedores del tema recomiendan que las mejores uvas para la cocina son las de mesa, especialmente la cereza por su dulzor, la red globe por su aspecto (es más desabrida que la anterior) y la moscatel.
