Con la vajilla a cuesta
Quizás la tendencia no sea nueva. Ya tiene algunos años de vigencia. Lo novedoso sí es que cada vez bolsos o mochilas vienen mejor equipados para salir lo más cómodos posible (y sin olvidarse de nada en casa) de pic-nic, ir al club o llevar a la playa. Inclusive ahora vienen dotados de materiales específicos según la actividad que se haga, por ejemplo, todos los cuchillos necesarios para despostar o limpiar un pescado o para preparar una tabla de quesos.
Quien mejor conoce el quid de esta cuestión es Beatriz Gil, propietaria de Salsipuedes, una regalería donde abundan este tipo de accesorios. Según su visión ‘antes se llevaba al pic-nic o al club, los restos que quedaban de la vajilla que se iba rompiendo en la casa. Entonces era un vaso de uno, otro de otro juego, un plato de un color y un rejunte de cubiertos. Ahora no. Vienen con diseños y de materiales que difícilmente se rompan o se estropeen con el uso”, explica y rescata que lo mejor de todo el ‘combo” es que se arman en el mismo bolso, mochila o canasta de telas absolutamente lavables.

