Si tu país estuviera en guerra, es difícil imaginar que pensaras en hacer vino.Pero eso es lo que hacen 160 viticultores en Ucrania. Siguen haciendo vino. El 24 de febrero se cumplieron dos años desde que Rusia invadió Ucrania. Lazona de guerra se extiende por toda la frontera oriental y por el sur, a orillas del Mar Negro. Esa es también la región donde se encuentran la mayoría de los viñedos de Ucrania, explica recientemente Per Karlsson en Forbes Argentina.
Ucrania tiene unas 30.000 hectáreas y 160 bodegas registradas oficialmente. Algo muy parecido a la provincia de San Juan.
Los viñedos ucranianos se encuentran principalmente en el sur del país, hacia el Mar Negro, en las regiones de Odesa y Kherson.
En una época en la que las uvas autóctonas y poco comunes se convirtieron en moda, Ucrania tiene mucho que ofrecer a los amantes del vino que quieran analizar cosas nuevas. Hay numerosas variedades de uva locales (autóctonas) para ver: Telti-Kuruk, Sukholimansky Blanco, Citronny de Magarach, Kokur, Odessa Negro, Ekim Kara, Magarach Bastardo.
El Odessa Negro es lo que en francés se llama un tinturier, es un cruce entre Cabernet Sauvignon y Alicante Bouchet. Se desarrolló en Ucrania en los años 50. Pero también tienen muchas variedades de uva internacionales, por supuesto.
Las exportaciones ucranianas de vino fueron de unos modestos 9 millones de dólares en 2023, lo que quizá no sea sorprendente. Más sorprendente es que consiguieran hacer y exportar vino durante la guerra. Tienen una organización de promoción de las exportaciones llamada “Vinos de Ucrania”, y este año 16 bodegas participaron en la gran feria internacional ProWein de Düsseldorf (Alemania) del 10 al 12 de marzo pasado.
En Ucrania se están llevando a cabo varios proyectos internacionales para ayudar a apoyar y desarrollar el sector vitivinícola, así como el resto del negocio agrícola, USAID, las Naciones Unidas e incluso el gobierno sueco.

