Un operador de maquinaria pesada llamado Shawn Funk trabajaba en una mina de Fort McMurray, en la provincia de Alberta, Canadá, sin imaginar que estaba a punto de encontrar un “dragón” fosilizado, como se llama a este tipo de ankylosaurus por su apariencia. Funk no era un novato en toparse con este tipo de cosas, pues en sus 12 años de experiencia como minero ya había hallado madera fosilizada y un tronco de árbol petrificado. Pero esto era un dinosaurio.

El descubrimiento del minero fue en 2011, cuando estaba excavando en la mina Millenium de Alberta con una retroexcavadora mecánica y golpeó con "algo mucho más duro que la roca circundante" dijo Shawn Funk a la revista National Geographic, que este mes saca un especial fotográfico del dinosaurio cuyo fósil fue puesto en exhibición por primera vez a partir de mayo de este año en el Museo Royal Tyrrell, de esa localidad.

Este fósil de dinosaurio de 110 millones de años de antigüedad está tan bien conservado que parece una estatua de piedra. Es el fósil mejor conservado de su tipo jamás encontrado, este tipo de descubrimientos es tan raro que los paleontólogos creen que es como "ganar la lotería", ya que normalmente sólo quedan huesos y dientes, sin tejido blando.
Los restos fosilizados pertenecen al nodosaurio y ha dejado perplejos a los expertos. Nodosaurus (que significa "lagarto nudoso") fue un género del dinosaurio herbívoro ankylosaurian desde el Cretácico superior. Tenía cuatro patas cortas, pies que median cinco pies, un cuello corto y una cola larga rígida y sin clavos. La cabeza era estrecha, con hocico puntiagudo.

Pura casualidad

La razón por la que este dinosaurio en particular fue tan bien conservado es probable debido a un golpe de buena suerte. Los investigadores creen que estaba en el borde de un río, tal vez para tomar agua, cuando una inundación lo barrió río abajo. Eventualmente, la criatura flotó hacia el mar y lo llevó a lo que ahora es la mina en donde fue encontrado y se hundió hasta el fondo. Allí, los minerales rápidamente "infiltraron la piel y la armadura y acunaron su parte posterior, asegurándose de que el nodosaurio muerto guardaría su forma verdadera, básicamente es una momia de dinosaurio; algo realmente excepcional”, dijo Don Brinkman, director de Preservación e Investigación del Museo Royal Tyrrell.