El puerto de Coquimbo, en Chile, es clave para el Corredor Bioceánico. Al menos es lo que consideran las autoridades chilenas, por lo que desde hace tiempo vienen proyectando ampliarlo para que esté acorde a las circunstancias. Fue el mismo alcalde de Coquimbo, Oscar Pereira Tapia, quien anunció la obra y lo hizo en una visita que realizó a San Juan, en el marco de la Fiesta Nacional del Sol, en febrero pasado.

Es que una de las "patas" fundamentales para la concreción del Corredor Bioceánico -unirá Brasil con Chile y atravesará la Argentina, es la remodelación del puerto de Coquimbo. Las obras en el país vecino comenzaron hace unos meses, y es que además el puerto les había quedado chico. Pero por la envergadura de la reforma, apuntan a que tenga la capacidad de carga para cuando esté listo el túnel de Agua Negra.

Este sitio se convertirá en un puerto multipropósito ya que se usará para las exportaciones mineras, industriales y agrícolas. La inversión que harán los chilenos en estas refacciones es de unos 80 millones de dólares y el trabajo lo está encarando la empresa Ultramar.

El puerto tendrá mayor calado para exportar unas 4.000 millones de toneladas en la parte minera.

Lo que hay en la actualidad es un puerto de menos tonelaje, ya que tiene 9,15 metros de dragado y con la remodelación esperan llegar a los 15 metros, para que los barcos entren, hagan su carga y salgan sin dificultad. Hoy deben cargar una mitad en la orilla y la otra mitad en el mar.

Para Coquimbo esta obra es un paso histórico, además porque apuntan a los beneficios que obtendrán con el Corredor Bioceánico.

Fue el mismo Tapia quien aseguró que deben tener la capacidad de mover todas las cargas que lleguen del Atlántico por Brasil y pasen por Argentina para despacharse al Pacífico por Coquimbo.

"Entendemos que lo que hoy vale 10, en 15 años valdrá 50, por la simple razón que el Corredor Bioceánico despertará un gran interés inmobiliario, comercial, minero en toda esta zona’, dijo el alcalde chileno.

Para los funcionarios trasandinos, el túnel es parte de la política de Estado que tiene Chile. Y al menos por la envergadura de esta obra, es que consideran que esto hará que crezca de manera extraordinaria, porque el Atlántico estará conectado con el Pacífico.

Es por ello que la modernización incluye la habilitación de instalaciones para recibir turistas, además de bodegas con presurización negativa, adelantos tecnológicos que -según las autoridades- impiden la entrada y salida de contaminantes en el almacenaje de productos como hierro y cobre.